"He logrado mi mayor sueño desde que era un niño pequeño. Tenía siete años la primera vez que vi un circuito de carreras. Sólo estaba a cinco kilómetros de mi casa, era como mi hogar. Ahora, 22 años más tarde, tengo muchos circuitos favoritos alrededor del mundo. Ahora el más querido es Interlagos, a más de 5.000 kilómetros de mi hogar". Así define Kimi Raikkonen sus sensaciones tras lograr su primer título mundial.

"El objetivo de mi carrera era convertirme en campeón. Había estado muy cerca de conseguirlo en un par de ocasiones, y al final se ha hecho realidad. Siempre lo he dado todo para intentar ganar. Para conseguirlo, en este deporte, tienes que ir al máximo hasta el final. Nunca sabes qué puede pasar en una carrera. Sólo hay que repasar las tres últimas para saber de lo que hablo. Pocos apostaban por nosotros. Pero no nos dimos por vencidos. En cierto modo creímos en el milagro", explica el finlandés.

Kimi ofrece la clave del campeonato: "Hice la mejor salida de la temporada, miré por el retrovisor y vi que Hamilton era tercero por delante de Alonso pero que tenía un problema en la curva 3. Me di cuenta que estaba ante la oportunidad que esperaba: esa primera vuelta fue decisiva para el desenlace del campeonato".

Y termina dejando claro lo evidente: "Felipe, con su apoyo, hizo lo que tenía que hacer, como un perfecto compañero. En cuanto crucé la línea de meta lo más importante para mí era saber qué había hecho Hamilton. Pedí información por radio, pero hubo un silencio de un par de segundos. Me dijeron que era séptimo y mi corazón casi estalló de alegría".