Lewis Hamilton, como su compañero Fernando Alonso, lleva toda una vida en las carreras. Ésta es su primera temporada en la Fórmula 1 pero desde que era un niño ha perseguido, en las diferentes categorías del automovilismo, desde el kárting a la GP2, el sueño de convertirse algún día en campeón del mundo. Por eso sabe bien que en el deporte no es conveniente precipitarse, incluso cuando todo parece de cara, y se ha mostrado prudente sobre sus opciones al título: "Llegamos a las dos últimas carreras en una intensa batalla y con sólo doce puntos de ventaja sobre Fernando. Estoy confiado y con mucha determinación, pero todo es posible aún, serán dos grandes premios muy emocionantes".

Es el líder del Mundial y las circunstancias le favorecen claramente, aunque en su opinión eso no significa que todo esté ganado: "Se está hablando mucho sobre el campeonato durante los últimos días, pero yo prefiero no pensar en eso por ahora. Sólo estoy concentrado en las dos próximas carreras y en hacer todo lo que pueda por alcanzar mi objetivo en China y Brasil, ayudado por el esfuerzo de mi equipo".

Entre otras cosas, Hamilton se enfrenta a otros dos circuitos desconocidos para él. Algo que no ha sido un inconveniente para sus ambiciones a lo largo del año, tal y como él mismo recuerda: "Estas dos citas se disputan en circuitos en los que nunca he estado antes. Sin embargo, no debería ser un problema especial para mí porque eso ya ha pasado esta temporada en Australia, Canadá, Estados Unidos y Japón, carreras todas en las que acabé en el podio. Por lo que sé, Shanghai e Interlagos son dos pistas diferentes, pero en cualquier caso estoy preparado para el reto".