Una salida mágica y Alonso habrá vencido su segundo GP de España. Ésa es la clave de la carrera que viviremos hoy en Montmeló. Un espectáculo único en el que 145.000 personas se convertirán en la mejor evolución mecánica del bicampeón, segundo en parrilla, para alcanzar la victoria frente a Massa, pole y, en menor medida, Raikkonen, tercero, y Hamilton, cuarto. Si no pasa pronto al brasileño, a Fernando sólo le quedará la baza estratégica para conseguir un triunfo que nadie ha acariciado desde más atrás de la primera plaza de la parrilla en los últimos siete años. El último que lo logró fue Mika Hakkinen en la temporada 2000 y lo hizo desde la segunda plaza. Como Alonso, y con McLaren. Ya es hora de romper las estadísticas.
Ayer, el corazón de 119.000 espectadores se encogió cuando faltaban cuatro minutos para las tres de la tarde. Alonso estaba en la pole después de una vuelta mágica (1:21.661). El mejor de sus rivales en un increíble duelo a cuatro era en ese momento Kimi (1:22.084), a la friolera de cuatro décimas. La grada estalló en aplausos y gritos de euforia y en el motorhome de McLaren a la representación española se le escapó algún que otro "¡Toma!". La inglesa guardaba silencio. Hamilton era cuarto y Massa había fallado con una vuelta discreta (1:22.163).
Coches a boxes, último intento. Fernando sale más tarde que nadie. Entra en meta Hamilton, no le supera. Kimi baja su tiempo para superar al inglés, y la sidra de las gradas comienza a aguarse presa de los nervios. Es la traca final. Alonso marca un morado (mejor tiempo) en el sector intermedio mientras Massa se destapa con un vueltón (1:21.421). Pole provisional. El MP4/22 sale de la nueva chicane a 19.000rpm, la angustia inunda el camión de McLaren, levanta las banderas azules de los asientos, la estrella española llega a meta y no logra la pole ¡por 30 milésimas! El silencio inunda las gradas del circuito y un sonoro ¡ohhhhh! se escucha entre las paredes de aluminio de la pagoda que recibe a los invitados de las Flechas de Plata.
Tras la calificación, la cara del ovetense es un poema. Apostó tácticamente por salir primero en parrilla para atacar muy fuerte en las primeras vueltas, y se le escapó por un suspiro. Si hacemos caso a la segunda parte de la calificación, con todos muy ligeros de combustible, en ella Massa fue dos décimas más veloz que su rival. Es decir, es más que probable que hoy Fernando pare una vuelta más tarde que el piloto de Ferrari y dos después que su compañero británico, que debería calcar la táctica de Kimi.
Así las cosas, si el bicampeón no pasa a su gran rival en la llegada a la primera curva (donde tampoco le ayudarán los 5 km/h de velocidad punta que tiene de menos), después lo tendrá más difícil. Salvo si su ritmo de carrera es claramente mejor. Y Ferrari ha tenido que sudar de lo lindo para marcar la pole.
Nada queda de su exhibición en las pruebas privadas de la semana pasada. En cualquier caso, si Alonso no gana pero termina segundo y el vencedor es Massa, la operación también sería perfecta para el Mundial. El español saldría de aquí líder en solitario y cumpliría otra máxima histórica: quien sale líder de Barcelona suele vencer el campeonato.
