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A ponerse las pilas en Paragon

Yo digo | David Alonso

A ponerse las pilas en Paragon

Ver sonreír a Raikkonen y una salida discreta de Alonso es igual de difícil. Son fenómenos extraños, pero a veces ocurren. Ayer, por esos caprichos del destino, coincidieron los dos. Por unos momentos sentí nostalgia. Eché de menos a Renault, su control de tracción y sus fulgurantes comienzos, pero consolidar una relación lleva tiempo y Fernando fue prudente ante el acoso de Heidfeld y Hamilton en la primera curva. La estrategia permitió un meritorio segundo puesto pero existe una realidad palmaria. Ferrari camina varios pasos por delante y su jerarquía es incuestionable. Kimi, en su mejor vuelta, fue un segundo más veloz que Fernando en la suya y su ventaja en carrera casi alcanzó los veinte segundos. Eso es un abismo. Y un aviso serio.

Alonso necesita un enemigo para motivarse y ya lo ha encontrado. En Australia fue Raikkonen, pero en Malaisia también Massa se sumará a la ofensiva roja. En Paragon, símbolo de la vanguardia y la excelencia, deben ponerse las pilas para descubrir el secreto de la conexión Bridgestone-Ferrari y torpedear ese idilio que amenaza con establecer un dominio abrumador. Mientras lo consiguen, a Fernando le tocará hacer lo que a Perico Delgado en su época: sufrir en las etapas llanas y en las cronos hasta que llegue la montaña para lanzarse al ataque. El frío Kimi ha estado un año y medio sin ganar y no ha perdido su vitola de estrella. El campeón ha sido segundo una vez y sabe a poco. De ahí su grandeza, pero la dificultad le hará superarse. Vendrán tiempos mejores.

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