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Motociclismo | GP de Quatar - 250cc

Lorenzo y Faubel primer doblete del año

El campeón de 250cc, que demostró que el uno le da alas, arrancó con una contundente victoria y continuó una gran jornada que había iniciado el valenciano. Pedrosa y Barberá, terceros, también subieron al podio

Actualizado a
<b>FELICIDAD. </b>Jorge Lorenzo celebró por todo lo alto su primera victoria ya como campeón de 250cc.
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Teníamos tantas ganas de que arrancara la temporada 2007 porque intuíamos un magnífico doblete como el que ayer firmaron Héctor Faubel (125cc) y Jorge Lorenzo (250cc). Por eso, y porque se echaba de menos la acción. Nadie de bien quería que se esfumara la magia con la que los pilotos españoles asombraron el año pasado a la mejor afición del mundo y, a la primera oportunidad que han tenido, en Qatar, han vuelto a demostrar que ellos son la primera potencia mundial. Sólo faltó que Dani Pedrosa rematara la faena en MotoGP, pero su tercer puesto por detrás de Casey Stoner y Valentino Rossi revela que él también está en condiciones de ganar cualquier día, y que el triplete volverá a repetirse esta temporada como ya sucedió el año pasado en Inglaterra o hace cuatro en Francia.

Abrió el tarro de las esencias Faubel, con una emocionante victoria en el octavo de litro, y Lorenzo recogió el testigo. Al mallorquín sí que le ha dado alas el número uno, no como a Nicky Hayden, que se arrastra por MotoGP. A Lorenzo, en cambio, le ha empujado para reencontrarse con la victoria, algo que no hacía desde Phillip Island, la antepenúltima cita de la temporada pasada, porque en las de Estoril y Cheste nadó con el ancla de la presión a cuestas, para llegar así hasta la orilla del título.

En Losail la historia fue diferente, y eso que, a priori, la competencia era máxima, mayor que en la temporada anterior. Pero ni Alex de Angelis ni Héctor Barberá, que le acompañaron en el podio, pudieron siquiera soñar con obstaculizar su novena victoria en la categoría, la decimotercera mundialista de su vida. Y vendrán más.

De entrada, la imagen en la parrilla era más que prometedora, con él más Barberá y Álvaro Bautista partiendo desde la primera fila, algo inédito. La salida fue comprometida para el campeón, porque se vio acompañado por un montón de pilotos en la primera curva y tuvo que aguantar el envite por fuera, como a él le gusta, para colocarse a la salida de ese viraje en la segunda posición. La primera, sorprendentemente, la ocupaba Thomas Luthi, que completó sus primeros metros en una categoría nueva para él comandando el grupo. Unas curvas después Lorenzo le pasó con un interior de izquierdas.

A partir de ahí no hubo historia y Jorge se escapó décima a décima. La primera decepción llegó con la caída de Bautista, en un error de novato del que aprenderá para próximas carreras, pero que estuvo compensado por el podio de Barberá, que supo contener las acometidas de Luthi.

El mallorquín era caso aparte. Definitivamente, ha recuperado la mirada del tigre y está visto que lo que le pone es la competición, la pelea de verdad, porque durante la pretemporada se había paseado al cincuenta por ciento de sus posibilidades. Su numerito esta vez en la celebración, donde volvió a desatar la furia que siempre le acompaña, consistió en simular que saltaba a la comba, porque se había entrenado toda la semana en el gimnasio como si de un boxeador se tratara. Rocky Balboa, en quien se inspira, estaría orgulloso de él. Quizá le reclame si se atreve con otra secuela de su interminable saga...