Pedrosa se cayó y es duda para la carrera

En la curva trece del gran premio trece. Una mala combinación para caerse a 192 kilómetros por hora de la que ayer fue víctima en Sepang un Daniel Pedrosa cuya participación en la carrera de la próxima madrugada está en el aire. El resbalón trajo consigo una incómoda lesión en la rodilla derecha. El tricampeón estaba dominando con mano de hierro la segunda tanda libre de MotoGP, sacándole un segundo a su inmediato perseguidor, cuando se fue al suelo en el mismo viraje que arruinó su actuación el año pasado en el trazado malayo, entonces en 250cc.

El doctor Claudio Macchiagodena, director médico del Mundial, explicaba lo que le había pasado al catalán en su fea caída, con sacudida por orejas incluida: "Sufre una pérdida de sustancia en la rodilla derecha, es decir, levantamiento de la piel y arrancamiento de tejido, por lo que ha habido que aplicarle cinco puntos de sutura en ese corte vertical y peligra su participación en el gran premio. Una persona normal no podría subirse a la moto, pero él es un piloto muy valiente y hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que corra. Deberá decidirlo mañana -por hoy- antes de que empiecen los entrenamientos. Si lo acaba haciendo, como mucho estará al setenta por ciento de sus posibilidades. La lesión no es grave, pero el gran problema está en el lugar en el que se ha producido, porque la articulación de la rodilla entra constantemente en juego. Además de ésto, tiene una pequeña fractura en el dedo pulgar del pie izquierdo. El tratamiento al que se le ha sometido son esos puntos de sutura que llevará durante catorce días, antibióticos, la aplicación de hielo y un vendaje de compresión".

En MotoGP las lesiones se suceden una tras otra. En el caso de Pedrosa, es la primera, y así contó lo sucedido: "Me ha patinado la rueda delantera y me he caído. Me he dado cuenta rápido de que he impactado con la rodilla derecha en el piano y ha sido ahí cuando me he hecho daño, no en el revolcón de después. Aunque la grava aquí es muy dura y seguramente no ha ayudado mucho. También me duele bastante el dedo gordo del pie izquierdo, pero los médicos me han tranquilizado. Me han hecho radiografías y tengo una pequeña fractura. Lo más delicado es la herida en la rodilla derecha porque si fuerzo mucho los puntos pueden abrirse, aunque me han tranquilizado diciendo que lo han cerrado muy bien. Me da rabia porque me estaba encontrando muy bien. Habrá que ver cómo estoy en las próximas horas".

Valentino Rossi, que el día anterior le había declarado la guerra, optó en esta ocasión por el juego limpio: "Me disgusta su caída y espero que corra. Pagará injustamente por un calendario cargado con tres carreras seguidas".