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Stoner consolida su fama de piloto 'bayeta'

Motociclismo | GP de Alemania

Stoner consolida su fama de piloto 'bayeta'

Stoner consolida su fama de piloto 'bayeta'

AP

El australiano se ha caído siete veces desde que debutó en MotoGP, pese a lo que es uno de los jóvenes más codiciados por las escuderías

Casey Stoner consiguió durante sus primeras actuaciones de MotoGP deshacerse de la fama de piloto bayeta que arrastraba antes de dar el salto. "Nunca he sido un 'crasher', lo que pasaba es que no tenía una moto como la de los mejores y tenía que arriesgar más para estar delante", se excusaba a principio de año cuando se le preguntaba al respecto. La versión era creíble, pero a partir de la tercera cita, la del GP de Turquía, empezaron a llegar otra vez las caídas hasta acumular siete con la de ayer en Alemania. Esa cifra convierte al australiano en el piloto puntero de MotoGP con más caídas a sus espaldas, y en el segundo total de la categoría. Al australiano sólo le supera en número de arrastrones De Puniet, con once a lomos de su Kawasaki, y está por encima de Dani Pedrosa, con cinco, y de Toni Elías, con cuatro.

Stoner no ha sufrido ninguna lesión importante a pesar de tanto resbalón y se puede decir que ha tenido suerte, más incluso viendo la cantidad importante de lesiones con la que se están castigando este año los errores en la clase reina. ¿Dónde está entonces la razón del cambio en su tendencia? Hay varias versiones al respecto

Ramón Forcada, su jefe de mecánicos, cree que "Casey tiene un exceso de confianza encima de la moto. Va muy al límite y se siente muy cómodo así, no ve el peligro de ir tan al límite. Pasó en Italia, por ejemplo, donde se salió un poco de la trazada normal, cogió un bache y no cortó gas porque se veía fuerte". Esta es una razón técnica, pero hay otra sin base científica que cobra fuerza en el paddock: las distracciones que pueden generarle ser la pieza más codiciada del rompecabezas de fichajes para la temporada 2007. Yamaha le ofrece dos millones de dólares; Honda quiere retenerle en su órbita, pero no le facilita una moto de fábrica y paga menos. Y Ducati también le tienta, lo que podría poner en peligro la continuidad del dúo Gibernau-Capirossi, cuyos contratos concluyen este año.

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