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Motociclismo | GP de Cataluña

Rossi gana la carrera más loca de la historia

La prueba se suspendió en la primera vuelta por una caída múltiple de Gibernau, Capirossi, Melandri, Pedrosa, Hopkins y De Puniet. Los tres primeros acabaron en el hospital y en la reanudación, Dani se cayó otra vez

Actualizado a
<b>IMPACTANTE. </b>Las Ducati vuelan por los aires mientras en primer término Pedrosa arrastra a Melandri.
reuters

Ni uno solo de los 107.100 espectadores que ayer poblaron las gradas de Montmeló pudo marcharse decepcionado a casa, y eso que el esperado duelo por la victoria entre Valentino Rossi y Daniel Pedrosa tampoco llegó en esta ocasión, pero asistieron a la carrera más loca de la historia de MotoGP. La culpa la tuvo la caída multitudinaria que se organizó al llegar a la primera curva, un embudo en el que seis pilotos se fueron al suelo, entre ellos Pedrosa. Rossi, que se escapó de lo ocurrido al afrontar el primer viraje en segunda posición detrás de Casey Stoner, empezó a cimentar ahí lo que más tarde sería su tercera victoria del año

El caos comenzó cuando Sete Gibernau se tocó con su compañero Loris Capirossi en plena recta todavía, ¡a 194 km/h! La maneta derecha de su Ducati, la del freno, se enganchó en la rodilla izquierda del italiano, con lo que se le bloqueó la moto, se le levantó la rueda trasera y salió catapultado hacia delante, tirando con él a Capirossi, que a su vez golpeó a Marco Melandri. Éste último saltó de su moto fruto del choque y se enganchó a la parte trasera de la Honda de Pedrosa. El español se salió recto y le ayudó a caerse definitivamente que también le tocara John Hopkins, otro contra el que impactó Melandri, cuya caída dio miedo al quedar emparedado entre su Honda, la de Pedrosa y la Suzuki del estadounidense. El último en caerse fue Randy de Puniet, que se tragó el terremoto que había ante él.

La Dirección de Carrera se vio obligada a sacar la bandera roja que detenía la prueba al encontrarse Melandri aún tirado en plena escapatoria. En la reanudación, Gibernau, Capirossi y Melandri no pudieron tomar la salida fruto de sus lesiones y el primer intento de salida hubo de ser abortado. La razón esta vez fue que la Suzuki de Vermeulen se quedó parada en la parrilla y hubo que retrasar otros cinco minutos la salida.

Al final, con 35 minutos de retraso, comenzó una carrera en la que El Doctor volvió a dominar como en los viejos tiempos, remontando desde una salida regular (quinto en el primer paso por meta), para ponerse primero en la novena vuelta y no soltar el liderato nunca más. Los únicos que intentaron seguirle fueron Stoner, que pagó su osadía con caída cuando marchaba a rueda del heptacampeón, y Nicky Hayden, que acabó cruzando la meta a 4,5 segundos del ganador. Cerró el podio Kenny Roberts con su mejorada KR211V.

Valentino Rossi "Me dio miedo lo que vi"

Barcelona es uno de mis circuitos preferidos y esta victoria me ha dado una gran satisfacción. Fue una carrera muy dura especialmente por lo que sucedió en la primera curva. Me dio miedo Melandri, porque pensé que se había hecho mucho daño al ver un gesto de su cuello muy feo y al ver que estaba entre varias motos. También me asusté al ver a Capirossi y Gibernau por las pantallas de televisión. Creo que la Dirección de Carrera actuó bien y sacó la bandera a tiempo. Cuando suceden cosas así es cuando se habla sobre seguridad. Las motos de enduro tienen unos paramanos que protegen la maneta de freno. Quizá eso sea una buena idea. Con estas motos, recuperar una mala salida es muy importante y esta curva en la primera vuelta es complicada. En cualquier caso, son cosas de las carreras y lo único que se me ocurre es un acuerdo entre caballeros y llegar todos más tranquilos (se ríe)".

Sólo acabaron la carrera once pilotos de los 19 que lo intentaron y entre ellos no estuvieron Toni Elías ni Dani Pedrosa, que se volvió a caer cuando tenía a tiro el tercer puesto. Fue un domingo horroroso para él, ya que besó el suelo cuatro veces, dos en la pista y otras dos intentando volver a ella. El consuelo que le quedó es que él no se hizo el daño que sí se hizo Gibernau.