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McLaren, cuarenta años de tradición en la F-1

Fórmula 1 | El fichaje del año

McLaren, cuarenta años de tradición en la F-1

McLaren, cuarenta años de tradición en la F-1

Alonso no se marcha de Renault a una escudería cualquiera. El campeón necesita un equipo a la altura de su categoría y el británico seguro que lo es: once títulos de pilotos y ocho de constructores avalan su trayectoria.

McLaren puede ser calificada como la segunda escudería más importante de la Fórmula 1, después de Ferrari, tanto por tradición, como por experiencia y palmarés en los grandes premios. Lo que comenzó como el sueño del piloto neozelandés Bruce McLaren en 1963 se ha convertido, cuatro décadas después, en uno de los proyectos más sólidos de la categoría reina del automovilismo.

Durante tres años, McLaren y su joven equipo trabajaron en el desarrollo de un monoplaza de Fórmula 1, tomando como base la experiencia de pilotaje del fundador. Fue en el GP de Mónaco de 1966 cuando por primera vez un McLaren se puso en la parrilla de salida. Pero su camino hacia el triunfo no fue sencillo; tuvieron que pasar dos largas temporadas hasta que lograron su primera victoria, cuando el propio Bruce llevó hasta lo más alto del podio su coche en el GP de Bélgica.

La trágica muerte de McLaren en 1970 pudo haber supuesto la desaparición de la escudería, pero la estructura ya contaba con un bagaje suficiente como para continuar adelante sin su fundador. En esos incipientes años 70 los triunfos continuaron llegando con cuentagotas para la escudería, pero la llegada de Emerson Fittipaldi supuso todo un revulsivo, el de su lanzamiento definitivo.

Primer título.

El brasileño conquistó en 1974 el primer título mundial como piloto para McLaren, además de también el primero como constructores con una motorización Ford. Un doblete que otorgó a la escudería la tranquilidad para afianzar su proyecto, en un éxito que tuvo continuidad con la segunda corona, que logró sólo dos años después James Hunt.

Pero fue la década de los 80 la que hizo grande a McLaren, convirtiéndola en una alternativa seria a otros grandes nombres de la especialidad como Ferrari o Williams. Niki Lauda sumó su tercer título de pilotos en 1984, abriendo un periodo realmente impresionante que continuaron los dos grandes nombres de la escudería: Alain Prost y Ayrton Senna.

El francés consumó un triplete casi en alternancia con el del brasileño, concretándose en seis títulos en siete temporada consecutivas; sólo en 1987 se interrumpió esta hegemonía de McLaren con la victoria de Nelson Piquet con un Williams. Como dato para el recuerdo quedó su récord de victorias de un mismo equipo en 1988, ya que entre ambos ganaron quince de los dieciséis grandes premios de aquel año inolvidable.

Fue la época gloriosa de los poderosos motores Honda, que también resultaron determinantes para que la escudería sumara nuevos entorchados de constructores. Tras el paso de estas dos estrellas sin parangón, McLaren entró en una fase más oscura con propulsores Ford y Peugeot. El inicio de su colaboración con Mercedes en 1995 sacó al equipo de ese segundo plano, en clara progresión hasta el doblete que Mika Hakkinen en 1998 y 1999.

Sequía de éxitos.

Desde aquellos dos títulos, McLaren no ha vuelto a reencontrarse con la gloria de ser los números uno a pesar de sus esfuerzos tecnológicos y financieros. Tras Hakkinen, Kimi Raikkonen, David Coulthard y Juan Pablo Montoya lo han intentado sin éxito, lo que ha provocado incluso ciertas tensiones con Mercedes Benz, uno de los gigantes de la automoción, que no está en los grandes premios para hacer de comparsa de sus competidores (Mercedes también tiene dos títulos propios como motorista, los de Fangio en 1954 y 55).

Esto ya es historia reciente, incluyendo una temporada 2005 en la que Raikkonen se convirtió en la única alternativa seria a Fernando Alonso, para quedarse se nuevo en puertas de su objetivo. Por eso han decidido volver a buscar al mejor para dar solidez a su proyecto, eligiendo a Alonso como su estrella a partir de 2007.

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