La reválida de Melandri ante el gigante Valentino

El GP de Valencia, epílogo de la temporada, no será un trámite a pesar de que sólo quede por decidir el título en la categoría de 125cc. La cita de Cheste será la de la despedida de Dani Pedrosa en 250cc, la de Sete Gibernau de Honda o la de MoviStar de las motos, por citar sólo algunas, pero también la de la reválida de Marco Melandri ante ese gigante de voracidad insaciable llamado Valentino Rossi.

'El Doctor' llega al Ricardo Tormo persiguiendo todavía el récord de victorias en una sola temporada de Mick Doohan (doce en 1997) y con el amor propio dolido por la derrota que le infligió en Estambul su amiguete Melandri. El primer triunfo del joven italiano en MotoGP le convirtió en el segundo ganador más joven de la categoría, siendo superado por el citado Valentino por 27 días. Pero lo mejor para Marco no fue eso, sino cómo venció. Lo hizo al más puro estilo Rossi, pero con los papeles intercambiados.

Fue el de Rávena quien jugó con su rival en Turquía, batiéndole cómo y cuándo quiso, y ahora dependerá de esta carrera de Valencia que el heptacampeón deje de ver a 'Maccio' como un tipo simpático al que le gusta pinchar música electrónica y que corre en moto contra él, para convertirse en el enemigo a destruir. Ése que Rossi tanto necesita para provocarle la motivación idónea que ya no le generan las figuras de Max Biaggi y Sete Gibernau.

El todavía compañero de Gibernau (la próxima temporada compartirá el box Honda Gresini con Toni Elías) se jugará este fin de semana el subcampeonato en su guerra particular con Nicky Hayden (le saca catorce puntos), pero también, y mucho más importante, su estatus como piloto dentro de MotoGP y de la casa del 'Ala Dorada'.

Melandri tiene ante sí la posibilidad de demostrar que no fue por casualidad su victoria de hace dos semanas, la misma que también le convirtió en el quinto piloto más joven de la historia que ganaba en tres cilindradas distintas (tan sólo Hailwood, Rossi, Cecotto y Surtees lo hicieron más jóvenes que él, 23 años y 77 días).

Cheste es una reválida en toda regla para el 33 y está por ver cómo el simpático Marco soporta la presión. Durante el año se ha mostrado como un piloto rapidísimo, pero también irregular y dado a las caídas.

Antes de despedir de su box a Gibernau, podría pedirle que le diera un cursillo acelerado sobre cómo aguantar la tensión que genera el enfrentamiento directo con Rossi. Sete lidió con él a las mil maravillas durante dos temporadas y eso le ha servido para encontrar un puente de plata hacia la jubilación en forma de Ducati Desmosedici. Nadie podrá exigirle el título con la moto roja y cada resultado bueno que consiga con ella será festejado como un triunfo. Aunque antes igual hace su última gracia sobre la Honda...

Marco "Ha subido mi autoestima"

Daría lo que fuera para que no se acabase la temporada ahora. La victoria en Turquía fue increíble, un sueño que he perseguido durante mucho tiempo y que llegó de la mejor manera posible, después de controlar la carrera y a Valentino como él suele hacerlo. Mi autoestima ha subido y quiero disfrutar en Valencia de la última carrera de un año importantísimo para mí".