¿Por qué no vamos a ganar el próximo año?

Pat Symonds (52 años), jefe de ingeniería de Renault, es el verdadero ejecutor del triunfo de constructores de Renault. Mano derecha de Briatore, este veterano ingeniero que fue campeón con Michael Schumacher en 1994 y 1995 (Benetton), reverdece ahora laureles con Fernando Alonso. Cansado, con la voz ronca por el tabaco y los nervios, recuerda emocionado aquel primer título y apuesta por más victorias en el futuro.

¿Cuál es el secreto de este gran triunfo?

El secreto es la consistencia. No hemos tenido el coche más rápido, pero hemos sido un equipo realmente consistente. El Mundial no se gana con lo que pase en uno o varios grandes premios, depende del trabajo durante 365 días. Hemos sido todos muy regulares, de los mecánicos e ingenieros a los pilotos. No siempre hemos podido presumir del monoplaza más veloz, pero sí de tener el mejor coche en conjunto.

¿Qué papel juega Flavio Briatore en el éxito?

Es la esencia del equipo y una persona muy bien relacionada en el paddock. Conoce a todo el mundo y eso es muy positivo. Comencé con Flavio hace mucho tiempo y tengo mucho respeto por él y todo lo que está haciendo por la escudería Renault.

Dice Alonso que podrían haber conseguido diez u once victorias de haber arriesgado antes con el monoplaza y su motor. ¿Es eso cierto?

Estoy seguro de que si hubiéramos tomado más riesgos habríamos logrado un par de victorias más, pero aumentando la posibilidad de tener más abandonos. Nuestro objetivo todo el año, para ser honestos, ha sido recoger el mayor número posible de puntos. Habría sido estúpido por nuestra parte tomar otro camino. De esta forma hemos ganado los títulos.

¿Qué diferencia hay entre este título mundial y el último con Schumacher en 1995?

Soy diez años más viejo (se ríe). Es mucho tiempo. Hace diez temporadas éramos 250 personas nada más. Con un suministrador de motores. Ahora hablamos de un equipo completamente integrado en dos sedes, con 800 personas, y que fabrica sus propios propulsores. Sí que hemos sufrido un gran cambio en la escala y las dimensiones de las cosas en la Fórmula 1.

Su escudería es muy joven, tan sólo llevan juntos cuatro años

Yo no (se ríe). El resto del equipo es muy joven.

Dada esa escasa experiencia, ¿cómo ha mantenido la calma de su tropa en los malos momentos de la temporada?

Nuestra fuerza ha sido tener confianza en nuestras posibilidades. Dejar la emotividad a un lado, mantener la calma y seguir concentrados hasta el final en nuestro trabajo.

¿Tiene Renault fuerza suficiente para ser un equipo dominante a largo plazo como Ferrari?

Una de las razones del éxito tan largo en el tiempo de Ferrari es que sus rivales no han hecho bien su trabajo. Es difícil predecir sí podremos tener una época de dominio, pero tenemos un buen equipo, en Inglaterra y Francia, con gente realmente muy inteligente y que adora de verdad trabajar en esta escudería. Ése es un excelente punto de partida para poder mandar en la F-1.

Hábleme de Schumacher y Alonso. ¿Son esta corona y la de Benetton fruto también del trabajo de dos superpilotos?

Absolutamente. Es un trabajo en equipo. Se necesita todo para ganar. El coche, la escudería y los pilotos. Tiene razón, hablamos de dos superpilotos.

¿Es posible repetir la victoria el año próximo?

Sí, pienso que sí. ¿Por qué no?

La pena es que ahora, que tienen un gran motor V10, deben cambiar a un V8.

Adoro los cambios, no me preocupan. Son un desafío. Somos un equipo que solemos sacar ventaja de las modificaciones.