Una declaración esclarecedora: "Fuera del trabajo, a Fernando le encanta divertirse. Le gustan las mismas cosas que a cualquier chico de su edad, como jugar al fútbol o pasar el rato con sus compañeros. Sin embargo, cuando llega al circuito todo cambia. El paddock no es un lugar para jugar. No malgasta sus palabras, todo está absolutamente centrado en la competición".

Lo dice Rod Nelson, su ingeniero de carrera en el equipo Renault, sobre Alonso y sirve para definir con precisión la actitud del asturiano durante un gran premio: profesional hasta la extenuación, serio, concentrado y perfeccionista. La actividad de un piloto va mucho más allá que lo puramente deportivo, así que no conviene desperdiciar ni un minuto; todo está perfectamente planificado, no queda lugar para la improvisación porque mucho e importante es lo que hay que hacer antes de la hora de la verdad: la carrera.

El propio Alonso confiesa lo apretado de su agenda durante el fin de semana: "Las exigencias que tenemos son especialmente de dos tipos. Lo más importante es centrarse en la competición, empezando por las reuniones previas a las sesiones de entrenamientos. De forma paralela a esto, hay que cumplir con las necesidades de comunicación de la escudería, fundamentalmente entrevistas con la prensa y la participación en algunos eventos relacionados con los patrocinadores".

Para el piloto, sin duda, lo esencial es el trabajo con el monoplaza, la búsqueda de la excelencia en su comportamiento y prestaciones, lo que nunca en sencillo. Y en ese sentido, Nelson reconoce que el español es exigente como pocos: "Alonso parece feliz participando muy activamente en la elección de la mejor puesta a punto del coche. Y diría que, en estos momentos, sabe perfectamente lo que quiere. Hace muchas preguntas, después analiza con detenimiento los datos de la telemetría para, a continuación, volver a plantear sus inquietudes a los ingenieros".

No es lo único que ha aprendido el líder del Mundial en sus años en la F-1. También ahora es mucho más explícito y seguro en sus habituales comparecencias ante los periodistas, explicando con exactitud y claridad cualquier aspecto técnico o deportivo relacionado con su trabajo. Otro valor añadido para una estrella mediática mundial...

Inmerso en tal vorágine, Fernando también tiene tiempo para añorar a los suyos: "Cuando un camión se convierte en tu casa, claro que tienes oportunidad de valorar otras cosas. En Oviedo están mi familia, mis amigos, tengo mi vida... Sé que ahora debo renunciar a algunas cosas, pero es la única forma de ser profesional en todo momento. Además, abrir el champán en el podio es cuanto necesito para olvidar todo eso".