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Fórmula 1 | GP de Mónaco

Raikkonen vuelve a ser el enemigo

Excepcional pole provisional del finlandés. Un accidente de Ralf perjudicó a Alonso, aunque el asturiano confía en que su ritmo de carrera más alto le permita pasar a Kimi en boxes

Carlos Miquel
Actualizado a
<b>ESCENARIO ÚNICO. </b>Sin duda, correr en Montecarlo es algo muy especial. En la imagen, Alonso en las puertas del famoso Hotel de París.
afp

Ralf Schumacher. Otra vez él. El malo del túnel de 2004. Un piloto de errores inconcebibles que obligó a suspender ayer veinte minutos la calificación. Su fallo fue indigno de una estrella de la F-1 y más propio de un jugador compulsivo de Play Station. Se pasó de optimista, cerró demasiado la dirección en la curva Tabac, rebotó en las protecciones y se fue directo al otro lado. Mientras arrastraba su coche pegado al muro, impregnó de aceite la salida de la curva. Después se puso a mirar desconcertado los resultados de su colisión a 140 km/h mientras limpiaban la pista. Ese accidente condicionó el mal tiempo de su compañero Trulli y la lucha por la pole entre Alonso y Raikkonen, que al final se decantó del lado del finlandés. Ayer, más volador que nunca.

Durante el parón y metido en su Renault, Fernando se exasperaba por no poder salir, como sus compañeros de parrilla. Y después hizo su vuelta de calificación a ciegas, sin saber bien lo que se iba a encontrar. Estaba en plena vuelta de calentamiento mientras un cauteloso Jarno hacía la suya. Alonso perdió tiempo por esta incidencia en las dos curvas claves del circuito, pero su registro parecía el definitivo. Incluso levantó el dedo en gesto de victoria. Todo bien hasta que Raikkonen marcó un primer sector de otro planeta. Dos décimas por debajo del español. El finlandés pasó por el sitio correcto en todas las zonas, incluida la conflictiva del hermanísimo.

La diferencia de casi medio segundo demuestra que McLaren lleva unos neumáticos muy específicos para calificación. Es una apuesta arriesgada, pero no mala en una pista donde es imposible adelantar en el asfalto. Así lo expuso Briatore nada más terminar las pruebas: "Estamos tranquilos, ellos llevan unos compuestos de ruedas muy distintos a los nuestros". En los libres de ayer Fisichella y Fernando demostraron que su ritmo de carrera es el más alto de la parrilla. Esa es su baza para ganar.

Los Renault irán a una parada en boxes, variable a dos. Es decir, que entrarán lo más tarde posible y se guardarán la posibilidad de hacer una detención extra en función de cómo vayan las cosas. La estrategia está siendo un gran quebradero de cabeza para todos los equipos. El ordenador da una ventaja de seis segundos al hecho de pasar dos veces por los boxes. Pero Mónaco es la carrera menos previsible del mundo. McLaren y los coches azules irán seguramente de la misma forma. Detrás, Fernando puede estar tranquilo, Webber brilló, pero está lejos.

Ferrari fracasó tal y como se esperaba. Barrichello, décimo y Schumacher, undécimo. Como Montoya, al que sancionaron por frenar demasiado en los libres y provocar un accidente en cadena en el que estaba Ralf. Hoy los dos saldrán en la última fila y dará miedo ver la llegada a la primera curva.