La FIA no quiere que el nuevo reglamento se le vaya de las manos. Ayer hizo pública una nota aclaratoria en la que censura abiertamente el abandono voluntario de los dos BAR a una vuelta del final del GP de Australia: "El propósito de no penalizar al piloto que haya tenido que abandonar en la primera de las dos carreras que debe durar un motor es no sancionar a alguien que ya tiene suficiente problema con su retirada. Pero después de lo sucedido en la última vuelta en Melbourne, conviene distinguir entre no poder llegar a la meta y elegir no terminar la carrera. Lo primero normalmente es accidental o se debe a la acción del piloto, mientras que lo segundo no. Para que las reglas sean respetadas al completo, en el futuro los comisarios pedirán explicaciones al piloto y la escudería sobre el abandono".

Es decir, que los infractores podrán ser sancionados con perder diez puestos en la parrilla si cambian el motor sin una justificación clara. ¿Se atreverá entonces BAR-Honda a cambiar sus propulsores en Sepang? La conclusión de todo esto es que alguien volverá a aprovecharse de la medida, pero lo hará con mucho menos descaro. El ejemplo de Ferrari con Schumacher en Albert Park fue claro.

Alonso "La calificación dará más alternativas"

Fernando Alonso se refirió ayer al nuevo sistema de calificación, del que opina que va a dar mucho juego: "Este año, desde el punto de vista del pilotaje no hay demasiadas diferencias respecto a 2004. Pero lo que sí que va a dar mucho juego para el espectador es el nuevo sistema de calificación. Cualquier problema en la primera tanda te deja lastrado para la carrera, así que veremos a equipos que no son los favoritos en la parte de arriba de la parrilla. Eso hará los grandes premios más interesantes. Respecto a la elección de neumáticos no me gusta tener tan pocos parámetros para hacerlo, pero ahora la sensibilidad del piloto será más importante para tener éxito".