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Raids | Dakar 2005

El teléfono 112 rescató a las hermanas García

M. F.
Actualizado a
<b>SIN SUERTE. </b>Beatriz y Julia no han podido cumplir el sueño de llegar a Dakar.

Cuando pasó el camión de la organización, el coraje de las hermanas García les impidió pedir ayuda. Su sueño era llegar a Dakar y aún conservaban esperanzas de arreglar su maltrecho Mitsubishi Montero, un coche que "es muy viejito, está muy mayor", como ellas decían. No querían ser descalificadas. En el campamento les esperábamos, pero no llegaron. Allí, en medio del desierto mauritano, intentaron que su coche volviese a andar, pero fue la confirmación de que lo imposible existe. Finalmente llegó la noche y entonces tuvieron una idea brillante. Y es que siempre que a un hijo le sucede algo, lo que tiene que hacer es llamar a su madre. Así lo hicieron las hermanas García, cuando se quedaron tiradas con arena por todas partes. Y de ahí al 112. El Servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid logró gestionar el rescate poniéndose en contacto con la embajada española en Mauritania. Ellas le dieron las coordenadas exactas de donde se encontraban gracias al GPS y, finalmente, a las diez de la mañana de ayer, fueron rescatadas por un helicóptero. La conexión entre el 112 y la embajada había funcionado y las hermanas volvían a casa.

Beatriz y Julia, que desde ya anuncian que están dispuestas a participar en el Dakar 2006, terminan su participación en esta edición clasificadas en el puesto 135 de la general hasta la quinta etapa. "Nuestro sueño es ser el primer equipo femenino español en terminar la competición y lo seguiremos intentando con el mismo entusiasmo y, por supuesto, con mayor preparación", apuntó Beatriz. El próximo año, habrá más suerte.

Importante criba en sólo siete etapas

El de las hermanas García es sólo uno más de los múltiples abandonos que se están produciendo en esta edición del Dakar. Ayer, otros dos ilustres de la carrera también se vieron abocados al abandono. Mientras en coches el ganador del Dakar de 1997 en coches, el japonés Kenjiro Shinozuka, perdía el control de su coche cerca del kilómetro 120 y tiraba la toalla, en motos era el chileno Carlo de Gavardo el que renunciaba a salir por culpa de una lesión en la parte posterior del cuádriceps de la pierna derecha.