Jordi Arcarons. Una vida en el desierto

Tiene ese color de piel arcilla que se les pone a aquéllos que han hecho del desierto su vida. Jordi Arcarons, el que fuera mejor español del Dakar en motos, hasta la victoria el pasado año de Nani Roma, sigue en la carrera. Ahora como team manager del equipo KTM-Repsol y su trabajo consiste en hacer que Isidre Esteve o Marc Coma logren el triunfo en el raid más duro de la tierra.

Comenzó a correr en moto con 17 años en una carrera en la que había más de cien pilotos y logró llegar a la final para ser octavo. Poco después, con 23 años, se proclamaba campeón de España de enduro batiendo al hasta ese momento campeonísimo Carlos Mas. Cinco años de trabajo como albañil bastaron al de Vic para darse cuenta de que la moto y el Dakar iba a ser su vida. En 1988 participó por primera vez en el entonces París-Dakar, logrando la victoria en la categoría de motos hasta 500cc. Después llegarían los podios, las victorias de etapa y los segundos puestos. Siempre tras la estela de Orioli o el gran Peterhansel, nunca logró el triunfo final. Hasta el año pasado. Y es que si preguntan a Nani Roma quién fue uno de los máximos culpables de su victoria en África siempre nombrará a Arcarons.

El año pasado hizo el raid en coche, pero en esta ocasión ha elegido el avión como medio de transporte. De este modo puede hacer mejor su trabajo, que no es otro que llegar allá donde otros no pueden por su categoría de antiguo piloto. Les da consejos, les mima, les ayuda a montar su tienda... y hasta les echa la bronca cuando hacen las cosas mal. Siempre, cada tarde, se ocupa de explicarles la táctica para el día siguiente. Todo con un único objetivo: lograr que otro español logre vencer a la leyenda.