Estas leyendo

Schumacher fue el tifón número trece

Fórmula 1 | GP de Japón

Schumacher fue el tifón número trece

Schumacher fue el tifón número trece

reuters

El alemán aumentó en Suzuka su récord de victorias en un año. Gran remontada de Fernando Alonso de la undécima a la quinta plaza con un coche de nuevo inconducible.

Diferencias de criterio. Hace diez días Ferrari, que ha ganado ya todos los títulos, llevó a su estandarte Michael Schumacher a preparar en Jerez el GP de Japón. Renault, que luchaba por el subcampeonato, tuvo en la pista a un inexperto finlandés, Heikki Kovalainen, y a un probador, Franck Montagny, que está muy enfadado con su escudería. El resultado de todo esto es que el Kaiser fue en Suzuka el tifón 13 (nos pasamos el fin de semana esperando al 22, Ma-On, que no llegó) y elevó a ese número sus victorias en un año. Con un coche perfecto.

Alonso, por su parte, tuvo que pegarse con un monoplaza muy nervioso para remontar de la undécima a la quinta plaza. El subcampeonato de marcas está casi asegurado para BAR gracias al décimo podio del año de Button. Sato terminó cuarto con una estrategia peor, tres paradas. Villeneuve hizo de nuevo una carrera bochornosa fuera de los puntos.

Dominio rojo.

El Kaiser dominó la carrera de principio a fin partiendo de la pole. Lleva ya 63, ocho de ellas en Suzuka, y en Australia 2005 puede igualar el récord de 65 de Senna. Tuvo la suerte de salir en la precalificación con la pista casi seca, y eso le permitió colocarse al final de la tanda definitiva para conseguir el mejor tiempo. Alonso no tuvo esa fortuna, una pista muy resbaladiza le retrasó a la undécima plaza. Desde ahí se marcó una trabajada remontada en la que pasó en pista a Villeneuve y se deshizo después en las paradas en boxes de Fisichella, Webber y Trulli, discreto undécimo en meta. La recuperación tiene más mérito si tenemos en cuenta que Nano la consiguió con la duodécima vuelta rápida, a medio segundo de Sato.

A Coulthard hay que agradecerle el favor de llevarse por delante a Barrichello. El brasileño, que salió de una posición de parrilla retrasada, venía remontando y era una amenaza para él. Y el escocés estaba realizando su carrera más veloz desde la retirada de Hakkinen. Iba delante de Fernando, pero no vio a Rubinho cuando le pasaba y chocaron.

El cara y cruz en el que se convirtió la carrera dejó las cosas más o menos en su tendencia normal, salvo por la resurrección de Williams. Ralf regresó del infierno de su espalda rota al segundo puesto. Lo hizo ayudado por salir en la calificación cuando la pista estaba casi seca. Él y su hermano casi ni se hablan, y su felicitación en el podio fue gélida. La verdad es que Júnior se lo merece por lo que ha sufrido y por su alto ritmo.

También te puede interesar