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Schumacher sólo pudo con Alonso en los boxes

Fórmula 1 | GP de Francia

Schumacher sólo pudo con Alonso en los boxes

Schumacher sólo pudo con Alonso en los boxes

AFP

Fernando se tuvo que conformar con el segundo en Francia

Carrera magistral de dos genios. Duelo al sol entre los mejores pistoleros de la parrilla. Ganó el que tenía el caballo más rápido y el mejor jefe de la banda, pero los dos, Schumacher y Alonso, fueron intratables para el resto de forajidos de la Fórmula 1. Tan rápido iba Fernando, que el Kaiser tuvo que cambiar su estrategia para pasarle en boxes y ganar la carrera. Un segundo puesto que, en cualquier caso, sabe a gloria y augura una segunda mitad de la temporada mágica.

Fue un golpe perfecto planeado por Ross Brawn, director técnico de Ferrari. Cuatro paradas ante el mejor de las bandas rivales. Antes de su segunda detención, Schumacher no veía la manera de pasar a Alonso, que mantenía con suficiencia una ventaja de 1,4 segundos. Su ritmo era preocupante, argumentó Schumi. Así que se sacaron de la manga echar menos gasolina. Ahí, el hexacampeón, que es un crack, anuló los buenos tiempos de Alonso vacío de gasolina con algunos 1:15 y la vuelta rápida en carrera. En Renault no se dieron cuenta y siguieron como si nada.

Error en boxes.

Le llenaron el coche a Fernando mucho más que al alemán y esto, unido a la elevada degradación de las ruedas del español, hizo el resto. Tan rápido iba el Cavallino del número uno, que sacó ventaja suficiente para compensar esa parada de más. Los técnicos del asturiano no se dieron cuenta hasta la tercera detención de Schumacher. Esto también explica que los bólidos rojos les saquen el doble de puntos en el Mundial.

Cuando se vio con cincuenta kilos (por veinte de su rival), Fernando lanzó unos cuantos improperios desde el monoplaza. Llevaba demasiado combustible para acercarse a los tiempos de su rival. Y con unas ruedas que se degradaban con el paso de las vueltas, la lógica dice que debían haber hecho lo mismo que sus rivales, acortar el tiempo entre detención y detención. En cualquier caso, la parada de más de Schumi puso el ingrediente de emoción al final. Por momentos, pareció que Alonso podía ganar.

Para el recuerdo del segundo podio del año del ovetense quedarán esas impresionantes primeras vueltas. Con un diálogo constante de vueltas rápidas entre los dos mejores de la parrilla. El Rey y su heredero. El hombre que está llamado a sustituirle en Ferrari cuando Schumi se retire. Del envite, Alonso sacó tres segundos. En un circuito convencional (Mónaco es otra historia) nadie había apretado tanto al germano este año.

El duelo estaba servido desde antes de la salida. Ya en la vuelta de calentamiento, Michael le adelantó en un intento de ponerle nervioso. La tensión se cortaba en el ambiente, y sólo faltaba la música de Sergio Leone.

Detrás, Barrichello consiguió el tercer puesto por un error garrafal de Trulli. El italiano de Renault se había ganado el podio tras una gran salida, pero lo perdió ¡en la penúltima curva! Ya sin neumáticos, se coló y le dejó la puerta abierta a un Rubinho excepcional (salió décimo). Antes, el brasileño le había metido una pasada de libro a un piloto con la garra de un gatito de angora, Jenson Button. Los Williams fueron ayer botijos y Gené, décimo, tuvo una vuelta rápida mejor que la de un fallón Montoya (octavo).

Desde el podio, Alonso lanzó besos a su padre, encharcó en champán a Schumacher y dejó claro que ha vuelto al cajón para quedarse.

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