El Mundial se le ha complicado a Lorenzo. Quedan 75 puntos y Rossi le saca 18. Si Jorge gana todas las carreras y Valentino es segundo, el campeón será Il Dottore. Eso significa que Lorenzo dependerá de la ayuda de Márquez y de Pedrosa para ser campeón. Quién le iba a decir a Jorge que iba a necesitar la ayuda de Dani. Recuerden cuando el Rey Emérito les obligó a darse la mano en Jerez en 2008. En fin, españoles ayudando a españoles. Algo parecido a lo que hicieron los italianos en 1999, todos contra Alzamora para ayudar a Melandri en Argentina a ganar el título, por cierto, sin éxito. Rossi también pedirá ayuda a los suyos, seguro. Quedan Australia, Malaisia y Valencia, en los que en 2014 Rossi logró 65 puntos, frente a 36 de Lorenzo. ¡Uff!

Lo sucedido en Motegi ha sido extraño. Esta vez Lorenzo rodó con lluvia como lo hizo Rossi en Gran Bretaña. Rozó la perfección hasta que los neumáticos fallaron. O no los supo conservar, según se mire. Pedrosa sí lo hizo (con algo de fortuna) y resucitó a lo grande. Ya casi no recordaba lo refinado que es. Nadie es más exquisito… cuando le apetece. Y como siempre, cuando hay lío y lluvia, ahí se persona Rossi para dejarse ver más que nadie. “Gallina vieja da buen caldo”. Creo que Lorenzo con lo del muro, los rebufos y todo eso, ha empezado a perder la guerra psicológica con Valentino. Y una petición que debería de ser una exigencia de los pilotos. ¡No más carreras en Motegi! Es un circuito desfasado y peligroso, indigno de este Mundial.