Peter Lim, Cristiano, Mendes y Salvo

Peter Lim ha comprado a Cristiano sus derechos de publicidad personales. Una operación comercial sencilla, pero que habla de un tiempo nuevo. El dueño del Valencia compra la imagen de un jugador muy denostado por la afición valenciana (por casi todas las de España, en realidad), que en su mayoría mira mal todo lo del Real Madrid. Más leña para un debate sobre la difícil cohabitación entre Lim y Salvo. El capital, frente al poso castizo y sentimental del club, que es lo que viene a significar Salvo en el Valencia desde su puesto de ‘presidente ejecutivo’, denominación que tiene algo de eufemismo.

Amadeo Salvo se partió el brazo hace un año apoyando la compra del Valencia por parte de Peter Lim. Fue todo un parto, que sacó adelante con audacia y política de hechos consumados. Por el momento, se puede decir que la operación iba resultando. Vinieron jugadores nuevos, un buen entrenador y el equipo entrará en la Champions si pasa una eliminatoria previa. Pero ahora empiezan a surgir roces entre el propietario Lim y Amadeo Salvo, que además tiene por encima a la verdadera presidenta, Layhoon Chan, colaboradora directa de Lim, y que aparece con frecuencia por la ciudad.

Las chispas saltan en los segundos niveles, entre el secretario técnico, Rufete, hombre de Salvo, y el entrenador, Nuno, hombre de Mendes, que es el origen de todo. Él trajo a Lim a nuestro país, luego Salvo le peleó el hueco en el club ché. Lim está agradecido a ambos, pero por delante está Mendes. Así que no son raras las cosas que pasan. Rufete está aplastado. En un año, el club ha pagado 85 millones por jugadores del Benfica, territorio del superagente. Ahora Lim se hace con los derechos de Cristiano, perla de Mendes y anticristo para los chés. Ya muchos se temen que detrás de lo de Otamendi esté el Madrid.