Madrid + Bayern + Barça + Juventus= 21

Real Madrid, diez títulos; Bayern, cinco; Barça, cuatro; Juventus, dos. Son veintiún títulos en total para unas semifinales que se presentan lujosas por el prestigio histórico de los cuatro. Hoy se sortearán y yo hago votos para que el Madrid y el Barça no se crucen, a fin de que este año pueda hacerse realidad el sueño de una final entre ambos. Pienso que este siglo largo de rivalidad merece un partido así, poco menos que definitivo. Una final de Champions con tanta historia por detrás y con Cristiano y Messi sobre el campo, uno frente a otro. Llevo ya muchos años esperando que se produzca.

Anteanoche planteábamos en El Larguero si la UEFA estaría contra esta posibilidad, si forzaría el sorteo para que se cruzaran en las semifinales. La verdad es que no lo creo. Una final (y por segundo año) entre dos equipos de un mismo país parecería presentar inconvenientes, pero mirado más de cerca creo que no. Que el Madrid y el Barça son tan universales que un partido así sería una propaganda para el fútbol. Cada vez que salgo de España, hacia el Este o hacia el Oeste, me encuentro con el crecimiento espectacular del Madrid y el Barça. Son dos clubes españoles, sí, pero también del resto de la Tierra.

Y ¿se puede forzar un sorteo? Aquello de las bolas frías y calientes lo hacía Saporta en el baloncesto hace ya cincuenta años, en los inicios de la Copa de Europa, que él mismo contribuyó a crear a imitación de la de fútbol. El baloncesto era un deporte semiamateur que manejaba a su antojo. Sólo había cuatro o cinco equipos buenos. Enfriaba sus bolas antes del sorteo; cuando la ‘mano inocente’ sacaba una fría, evitaba emparejarla con otra fría. En cuartos ya no se hacía. Fue un anticipo del sistema de cabezas de serie, hoy aceptado. Ahora, con tanta gente y tanta tele en torno a un sorteo, no veo posible una cosa así.