Luis Suárez y la fecha del primer Clásico

El sorteo para el campeonato de Liga era puro hasta tiempo atrás. A veces arrojaba un Madrid-Barça en la primera jornada. Yo recuerdo a bote pronto dos: el de la lesión de Bustillo (3-3) y el de la primera temporada de Venables (0-3, con explosión de Calderé). Hace tiempo que se evita eso. Se procura que no sea demasiado pronto, para que no pille en frío, ni demasiado tarde, por si coge a uno escapado y al otro descolgado. Lo último fue alejarlo de las semifinales de Champions, para no desgastarles a esas alturas de la temporada. Pero por lo visto no todas las contingencias pueden ser previstas.

Ahora resulta que el primer Clásico es el 25-26 de octubre, y ocurre que el último día de suspensión de Luis Suárez (si el TAS no lo remedia, hoy la suspensión es vigente) es el 25. O sea: si se juega el 25, no podrá estar. Si se juega el 26, sí. Esa semana hay Champions, argumento para jugar el domingo 26. Pero la semana siguiente el Madrid tiene Copa, adelanto obligado por su participación en el Mundialito, argumento para jugar el sábado. Ahí tenemos una bonita discusión. Lo mejor de los Clásicos son los partidos en sí, claro, pero tampoco es desdeñable su capacidad para generar debates previos.

El cocinado del sorteo nos deja, por otra parte, platos sencillos para los dos grandes clubes madrileños en la primera jornada. Rayo-Atlético y Madrid-Córdoba. Los dos se habrán jugado la Supercopa pocos días antes (martes y viernes previos) y sus partidos se colocan el lunes... y ambos en Madrid, para que no haya que viajar. El primer derbi de Madrid lo tendremos en la tercera jornada, con los ecos de la Supercopa aún recientes. Eso resulta delicado. Pero es que el calendario es tan intenso y tan cargado que cada vez resulta más difícil montarlo. Es como un castillo de naipes, que en cuanto lo soplas, se cae.