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NASCAR

Remontada de Johnson para la historia tras un final 'ardiente'

Salió último en Miami y acabó logrando su 80ª victoria y su séptimo título en un desenlace muy accidentando con Truex Jr. 'en llamas'.

Actualizado a
Jimmie Johnson levantando su séptimo título y el coche de Truex Jr. en llamas durante la carrera final de la NASCAR en Miami.
AFP

"No sé qué decir... ¡Oh Díos mío, lo he hecho!". Cruzó la meta entre lágrimas y sin encontrar casi palabras para expresar toda su alegría. Acababa de entrar en la parte más destacada de la historia de la NASCAR prácticamente sin saber ni cómo. Jimmie Johnson empezaba la cita final del campeonato americano en Miami desde la última posición de la parrilla tras ser enviado allí por hacer ajustes ilegales en su Chevrolet número 48 antes de la carrera, pero se las ingenió para ir escalando posiciones, ganar su 80ª carrera y conquistar su séptimo título.

En los 67 años de la competición estadounidense sólo dos pilotos habían conseguido alcanzar tal cifra de éxitos, Richard Petty y Dale Einhardt, y el Superman californiano de 41 años puso su nombre en letras de otro junto al de ellos tras una carrera de infarto. Con Joey Logano, Kyle Busch y Carl Edwards, los otros hombres que llegaron al final con opciones de título, partiendo desde posiciones delanteras, las opciones de Johnson para sumar otro entorchado se vieron reducidas muy drásticamente. Nadie daba un duro por él, pero…

En sólo ocho vueltas ya rodaba en mitad de la parrilla de 40 coches y en la 46 había alcanzado el Top 5. Una increíble progresión que le espoleó para conseguir lo imposible, y lo lograría tras un final de infarto. Con diez vueltas por delante, Logano y Edwards chocaron provocando una melé de nueve coches en el que el 78 de Martin Truex Jr. salió ardiendo. Johnson aprovechó la resalida cuando quedaban cinco vueltas para arrebatar a Kyle Larson un liderato de 132 vueltas y ganar por sólo cuatro décimas de distancia. Un desenlace digno de Hollywood.

"La carrera no estaba yendo como necesitábamos para ser campeones, pero nos mantuvimos centrados en el juego. La suerte nos llegó y pudimos ganar la carrera y el campeonato. No estaría aquí sin tantas personas creyendo en mí. Gracias de corazón a Hendrick Motorsports por trabajar tan duro para conseguir estos coches tan rápidos y darme unos impresionantes 15 años en la compañía. No tengo palabras", dijo un Johnson entre eufórico y perplejo tras la carrera. Tres puntos sobre Logano le dieron su séptima corona. Le dieron la historia.