Rossi se aferra al espíritu de Wayne Rainey en 1992
Remontó 57 puntos a Doohan en las cuatro últimas carreras para ganar el Mundial... aunque la clave fue una grave lesión del australiano.


"Esta temporada no ganaré el Mundial”. Rotundo y conciso se mostraba Valentino Rossi tras el GP de Aragón en el que Marc Márquez salía líder con 52 puntos de ventaja sobre el italiano de Yamaha. Quedan cuatro grandes premios por delante, cien puntos en juego como máximo botín, y rivales, Prensa y aficionados dan por zanjado el título para el piloto del Repsol Honda... salvo él mismo. El catalán sabe que el motociclismo es un deporte peligroso en el que las cosas cambian en un instante.
Rebuscando en la historia del Mundial de la máxima categoría hay un caso que seguro que el ilerdense tiene muy presente. En 1992 cuando el aún 'virgen en títulos' Mick Doohan lideraba con puño de hierro el campeonato de 500cc. Pero en Spa sufrió una espeluznante caída en los libres tras pisar un reguero de aceite. El de Honda fue operado de una fractura abierta de tibia y peroné en la pierna derecha que se complicó al no llegar riego sanguíneo.
Tres días después la amputación parecía la única opción para salvarle la vida. Sólo la rocambolesca idea de trasvasar sangre de la extremidad sana a la enferma del Dr. Costa podía salvar pierna y vida... y funcionó. A falta de cuatro carreras, Doohan lideraba aún con 130 puntos por 73 de Wayne Rainey. Se perdió dos citas más y reapareció para correr en Brasil y Sudáfrica aunque aún muy mermado. Pudo sumar seis puntos, pero los 67 de Rainey en esas cuatro citas le hicieron campeón con su Yamaha... moto que pilota ahora Rossi.