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F1 | GP DE EUROPA

Bakú, 40 millones para ponerse en el mapa gracias a la F1

La F-1 vuelve a expandirse fuera de Europa y aprovecha un país como Azerbaiyán rico en petróleo que busca mostrarse al mundo.

BakúActualizado a
Imagen del pasado martes del circuito de Bakú.
Majid AliyevDIARIO AS

Caminando por Bakú se pueden ver Ladas de la época soviética junto a una calle de arena por la que caminan mujeres con la compra en la cabeza y los hombres charlan en cuclillas, pero también un Lamborghini Aventador del que sale una modelo de piernas largas como una autopista de la mano de un señor con canas y traje de Armani en la puerta del club Billionaire. Por ejemplo. Esta es una ciudad que busca su futuro lejos de aquel pasado, confiando en este presente, pero con reminiscencias de lo que fue. Por ejemplo en el asunto de los derechos humanos, algo de lo que no se habla en el paddock de la Fórmula 1 y la consigna, como sucede en Bahrain, es clara. Ni equipos, ni pilotos quieren saber nada del asunto. “Nosotros venimos aquí a dar un espectáculo deportivo”, decía Wolff, jefe de Mercedes.

Pero más allá de todo eso lo cierto es que Bakú llega para alejar la F-1 de Europa una vez más. La F-1 siempre va donde está el dinero y en Azerbaiyán lo hay a pesar de que la caída de los precios del petróleo ha dañado la economía de este país que tiene en las refinerías su principal fuente de ingresos y la importancia de su moneda. Pero a pesar de todo, según algunas fuentes consultadas por AS, Bakú paga a la F-1 40 millones de euros por tener el gran premio en la ciudad. Y lo utilizarán como manera de mostrarse al mundo, precisamente en vías de utilizar el turismo como futuro motor del país. “El objetivo principal es promover nuestra ciudad desde el punto de vista turístico y de las inversiones", dijo el promotor de la carrera Arif Rahimov.

Pero la F-1 tuvo el pasado año una facturación cercana a los dos mil millones de euros y hay que mantener el negocio como sea, incluso llamando GP de Europa a una carrera en Asia. Durante los últimos diez años ha habido carreras en Rusia, China, Bahrain, Abu Dhabi, India, Malasia, Corea del Sur, Turquía y Singapur, algunos ya no existen en el calendario. Pero ninguna tuvo problemas en entrar con dinero mientras que carreras como Monza, Spa o Alemania pasan por dificultades y en Francia no hay carrera desde 2008 en Magny Cours.

“Hay que estar donde está el dinero”, explica Martin Sorrell, miembro del consejo de la F-1 en Inglaterra. “Si quieres poner un país en el mapa del mundo no hay tantas opciones: Juegos Olímpicos, Mundial de fútbol o una carrera de F-1 y los dos primeros son cada cuatro años, así que hay países que eligen este deporte para darse a conocer”, explica. Y pagan lo que sea necesario. Aunque sepan que será deficitario. Por ejemplo en Bakú solo hay 29.000 entradas disponibles en el circuito urbano. Les da igual. Pagan lo que haga falta porque saben que van a tener una audiencia de más de doscientos millones por todo el mundo. Y eso cuesta dinero. Y mientras haya ciudades que lo tengan la Fórmula 1 tendrá futuro.