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MOTOGP

A Márquez aún le 'escuecen' las 19 milésimas de Lorenzo

¿Una Yamaha abrasando a una Honda? Pasó en Mugello y el 93 dice: "Es una pena perder así, en la misma línea de meta, da un poco de rabia…".

MadridActualizado a
Márquez y Lorenzo en la meta de Mugello.
Claudio OnoratiEFE

Ni los viejos del lugar recordarán ver a una Honda siendo abrasada en aceleración por una Yamaha, tal como sucedió en la carrera de MotoGP del pasado domingo en Mugello. Lo hizo Lorenzo con un Márquez al que, sin perder la sonrisa, aún le escuecen las 19 milésimas por las que le batió el campeón. "Es una pena perder así, en la misma línea de meta, da un poco de rabia… pero hay que mirar el lado positivo. La realidad es que estos 20 puntos son muy importantes. El año pasado en Mugello, por ejemplo, terminé sin poder puntuar", ha asegurado el de Cervera en su último post del blog que tiene en la web de Repsol.

Muchas han sido las carreras que se han decidido por rebufo sobre la misma línea de meta de Mugello, pero no de MotoGP. Es habitual que suceda eso en la categoría intermedia y en la pequeña, al punto de que se ha llegado a ver a pilotos que descaradamente se dejaban pasar al llegar a la última curva para no salir a la recta de meta sin una rueda que les sirviera como rebufo. Insistimos, pero no en MotoGP, y menos con una Honda como víctima, porque tradicionalmente las motos del ala dorada siempre han acelerado mejor que las de la competencia. ¿Qué pasó entonces en Mugello para que Jorge le robara con la M1 la cartera a Marc sobre su RC213V? Lo mismo que viene pasando toda la temporada, y la pasada, problemas de tracción y agarre a la salida de la curva que impiden aprovechar todo el potencial del motor al ala dorada.

Lo explicó Pedrosa perfectamente durante el din de semana de Le Mans, señalando que "a la Honda nunca le han faltado caballos de potencia, el problema es cómo aprovechar esa potencia, porque cuando ahora levantamos los motos cuesta más salir rápido y eso son décimas gratis para la competencia". El motor Honda tiene fama de ser agresivo y nervioso, algo que han tratado de solucionar para este año, dulcificándolo, pero se ha sumado la llegada de la nueva centralita única, que es menos sofisticada que la que Honda venía utilizando, y eso ha vuelto a complicar las cosas. Además, y volviendo al caso específico del abrase de Mugello, Lorenzo sacrificó mucho la entrada en la última curva, con la esperanza de ser más rápido a la salida, y Márquez, tal como se temía, vio cómo se le levantaba la rueda delantera más de lo deseado en el pequeño rasante. Aunque puedan llegar a ser muy bonitas las levantadas de rueda para el espectador, siempre se va más rápido con las dos sobre el asfalto que con una en alto. Es por ello por lo que se trabaja tanto en evitar que se levante más de la cuenta la delantera, tanto a nivel de electrónica, con el anti wheelie, como de aerodinámica, con las famosas alas o alerones que ayudan a aplastar la moto a la salida de las curvas.

Márquez lo contó después de la carrera con claridad meridiana: "En la última curva me he dicho: “Qué hago, cierro, preparo, no preparo…”. Y he cerrado y luego he preparado bien la salida, pero así y todo está el cambio de rasante en donde siempre se levantaba mucho la rueda durante todo el fin de semana y estábamos perdiendo mucho tiempo allí. He pensado: “Va, no te levantes esta vez”. Y cuando he visto que se levantaba y volvía a caer en el suelo he pensado: “Vamos a ver qué pasa”. Y he visto que a falta de diez metros me pasaba el de azul por el lado".

Dicho todo esto, en Honda saben que su problema no es de potencia o velocidad punta. De hecho, la moto de Márquez hizo una punta máxima en la carrera de 346.0 km/h y la de Lorenzo de 340.9 km/h sin que eso importase en el desenlace final. La cuestión está en cómo aplicar esa potencia, así que seguirán trabajando para adaptarse a esa centralita Magneti Marelli idéntica para todos que, desde el test de Sepang,se vio que se adaptaba mejor a la Yamaha que a la Honda. Y aún con esos problemas latentes, Márquez está segundo de la general a sólo diez puntos de Lorenzo y 27 por delante de Rossi, con lo que para el tetracampeón es fácil sacar una lectura positiva de lo vivido en Mugello: "Vuelvo de Mugello con sensaciones muy satisfactorias. Ha sido un fin de semana complicado, como es habitual este año, ya que tuvimos que trabajar muy duro para dar con los reglajes adecuados para la carrera. Al final pude ser muy competitivo y creo que el espectáculo que ofrecimos a los espectadores fue bonito, un duelo con Lorenzo en el que nos jugamos la victoria hasta el último instante. Estoy muy cerca del líder y queda mucho por delante. Lo que hay que hacer ahora es seguir empujando. En Honda van a seguir también trabajando duro, están tratando que cada vez seamos más competitivos".

Y ya piensa en la cita de Montmeló: "Miro con optimismo al GP de Cataluña. Reconozco que no es uno de los circuitos que mejor se me da, pero estoy convencido de que podré mantener esta dinámica. Y también será muy importante que aprovechemos al máximo el test del día después del GP, el objetivo es seguir mejorando. La verdad es que tengo muchas ganas de ver a la afición cerca. Al final hay pocos kilómetros desde Cervera hasta Montmeló y seguro que van a estar animándome a tope desde la grada". Los aficionados de su club de fans estarán en la tribuna G del circuito, desde la zona 14 hasta la 24.