Continúa el idilio de Maverick con el circuito de Phillip Island
Allí reapareció en 2012 para pedir perdón tras la espantada de Sepang, hizo segundo camino del título en Moto3, ganó en Moto2 y fue sexto en MotoGP.
No puede sorprender a nadie el buen rendimiento de Maverick Viñales en la segunda jornada de test de Australia, la que ha dominado con 161 milésimas de renta sobre Marc Márquez y 226 sobre Jorge Lorenzo. Y mucho menos que se haya producido en el circuito de Phillip Island ese estallido de clase del piloto que el año pasado resultó ser el mejor rookie de MotoGP, porque este gerundense de Figueres mantiene un idilio especial con este precioso trazado.
Más allá del sexto puesto que el de Suzuki firmó el año pasado en la carrera de la isla, precedido por otro sexto en la parrilla, su especial relación con este escenario se remonta a 2012, cuando le tocó reaparecer allí para pedir perdón por su espantada de Sepang el fin de semana previo. Aquel joven Mack de sólo 17 años era demasiado impulsivo y se puso el mundo por montera al decidir que era el momento de romper con su equipo, con el que había renovado muy poco antes, sin importarle que abandonarles en ese GP pudiera suponer su precipitado final en las carreras. El abogado Paco Sánchez, conocido por ser el representante de Pol Espargaró, entre otros, se desplazó desde Malaisia hasta Gerona y le convenció a regañadientes de que volvía regresar al paddock. Lo hizo y pidió disculpas en una rueda de prensa de castigo en la que estuvo solo ante el peligro.
A partir de ahí, consiguió el cambio de equipo para la siguiente temporada, regresando de nuevo a Phillip Island en plena pelea por el título de Moto3 contra Álex Rins y Luis Salom. Saldó esa visita de 2013 con un valioso segundo puesto y, al año siguiente, se superó al lograr la victoria en la carrera de Moto2. Fue la tercera de las cuatro que firmó en su único curso en la categoría intermedia. Y el año pasado, como debutante en la clase reina, hizo sexto en la parrilla y en la carrera, con lo que igualaba su mejor resultado, el sexto que había hecho en Montmeló. Ahora, ha vuelto a destapar el tarro de las esencias en el trazado australiano al conseguir el mejor crono en la segunda jornada del test con la Suzuki, una marca que deseará renovarle este año, pero que es consciente de que le será difícil, porque Honda, Ducati y Yamaha se han fijado en él hace tiempo.