Alonso vuelve a cambiar motor y tendrá 10 puestos de sanción

Sei un grande, sei sempre nei nostri cuori. Lo dico da ferrarista”. Es uno de los mensajes que le dijeron en voz baja ayer a Alonso en su regreso a la pista en la que ha vivido algunos de los momentos más emocionantes de su vida.

Si exceptuamos Valencia y Brasil, su mejor carrera y sus títulos mundiales, en pocos sitios ha sido más feliz el genio astur que en Italia. Y ayer el primer piloto de la historia que se despide de Ferrari, al que parte de la prensa de aquel país ha intentado echar la culpa de los males rojos en los últimos años y a pesar del nuevo ídolo alemán que viene, Fernando fue recibido por los tifosi como el campeón que r ecuer dan.

Esa es precisamente la condición que Alonso aspira recobrar en el futuro, porque este año no lo puede demostrar. McLaren empezó mal, Honda peor. Y así siguen. Lo cierto es que se ha cambiado varias veces de plan, es verdad, pero sigue existiendo una hoja de ruta, un camino por el que transitar y en esa senda hay varias piedras que ir quitando, obstáculos para poder hacer un resultado decente. Spa, Monza, Rusia, México… son los circuitos en los que Fernando Alonso sabe que va a tener que sufrir o ha tenido que sufrir, porque la situación que vivimos en Bélgica va a ser muy similar en este GP de Italia.

Y como ya sucedió en la anterior cita, han decidido cambiar los motores. En el caso de Alonso, le llevará una sanción de diez puestos al sustituir el motor de combustión por primera vez después del ciclo permitido de cinco. Button tendrá solo cinco porque es la tercera vez que lo cambia.

La intención de Mclaren y Honda es llegar a Singapur, sobre todo allí, con el propulsor lo más fresco posible para al menos allí, aunque también en otras carreras como Japón o Abu Dhabi, luchar por los puntos y hacer un resultado decente. Mientras, arriba del todo, donde vive Mercedes, todo es distinto y los alemanes han colocado los siete tokens que les faltaban para este gran premio en su última actualización de la temporada.

Y en Ferrari también mejoran, pero menos. Ahora tiene un coche para ganar, pero la afi ción italiana se acuerda de su español. “Eres un grande, estás siempre en nuestro corazón. Lo digo como ferrarista”. Le dicen. En voz alta.