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GP DE CATALUÑA

Paseo de Iniesta a Montmeló en el coche de seguridad

El futbolista se bajó encantado del BMW M4 ("una experiencia muy bonita") y descarta la opción de subirse a la Ducati con Mamola: "Mejor, los pies en el suelo".

Actualizado a
Iniesta, con Lorenzo en Montmeló.
FERNANDO ZUERAS

Visita ilustre en el paddock de MotoGP… La baja en la convocatoria de la Selección por molestias musculares le ha permitido a Andrés Iniesta pasarse por el GP de Cataluña y visitar así los boxes de Yamaha y Honda, charlar con algunos pilotos y disfrutar de un paseo al trazado catalán a bordo del coche de seguridad del campeonato, con el que se ha puesto a 220 km/h.

“Me ha gustado mucho la vuelta. Ha sido una experiencia muy bonita”, aseguró el ganador de Copa, Liga y Champions esta temporada con el Barça al bajarse del BMW M4, una máquina dotada de 431 CV de serie que seguramente en este caso disponga de algunos más, ayudados por los escapes y la electrónica. El centrocampista paseaba por el pit lane acompañado de Manel Arroyo, vicepresidente del Barcelona y mano derecha en Dorna de Carmelo Ezpeleta, que también guiaba su visita. Ambos tuvieron la deferencia de presentarle al enviado especial de AS a los GGPP como “un periodista muy madridista”, a lo que el manchego sonrío, y más aún cuando le dije: “Soy muy madridista, cierto, y de España, por lo que siempre te estaré agradecido por el ‘Iniestazo’ que nos valió el Mundial en Suráfrica”. ¡Iniesta de mi vida!, faltó decirle.

Iniesta es de cerca tan cordial y agradable como se percibe al verle a través de los medios y, como no era cuestión de abrasarle en plena visita lúdica, sólo le preguntamos si tenía algún piloto favorito. “No hay ninguno que me guste más. Supongo que los que conozco, que son Marc, Dani y Jorge”, aseguraba antes de preguntarle también si se planteó la posibilidad de dar la vuelta al circuito pilotando él mismo el coche de seguridad, en lugar de Carlos Ezpeleta, que fue quien le llevó, a lo que respondió: “Deja, deja, lo mío es otro deporte”. La otra posibilidad que había era subirse de paquete a la Ducati biplaza que pilota Randy Mamola, como hace con tantos invitados, pero eso no lo verán nuestros ojos: “Mejor ir con los pies en el suelo”. Y esos pies hay que cuidarlos como oro en paño…