El alemán Michael Schumacher es el rey eterno de Montreal

Michael Schumacher es el dominador absoluto de la estadística en la F-1 y cuando va a cumplirse un año desde que despertó del coma (16 de junio) llega el GP de Canadá, una de las citas que más amaba disputar y donde cosechó mayor número de éxitos ya que sólo en Francia tiene más victorias, una más que en Montreal. El heptacampeón y el circuito Gilles Villeneuve formaban un tándem casi invencible hasta el punto de que el alemán mantiene y, seguramente, conservará mucho tiempo casi todos los récords de la pista situada en la Île Notre-Dame del parque Jean-Drapeau.

El Kaiser disputó dieciocho grandes premios en el trazado que tomó el nombre del primer ganador allí en 1978 y sus números son prodigiosos. Es el piloto que más triunfos ha conseguido con siete, por tres de sus perseguidores: Piquet y Hamilton; logró seis poles, justo el doble que Piquet, Senna, Vettel y Hamilton.

Más lideratos. Schumacher también manda en la clasificación de vueltas rápidas con cuatro, por las tres de Raikkonen. Si hablamos de podios, el dominio es dictatorial. El germano consiguió doce, mientras sus inmediatos perseguidores lograron cinco: Piquet, Prost, Alesi y Barrichello. Lógicamente, con esos datos, es el piloto con más puntos en la pista canadiense con 118, que a su vez es el récord personal de Schumi empatado con los que obtuvo en el GP de España. Y reseñables también son los 1.910 kilómetros en los que fue comandando la carrera, 1.160 más que Jackie Stewart.

Además de los fríos números, Schumacher también forma parte de la historia del Gilles Villeneuve ya que en 1999 se produjo la anécdota que dio lugar al muro de los campeones. Situado a la derecha de la curva 13, a la salida de la chicane previa a la entrada en meta, esta pared de hormigón decorado con la leyenda ‘Bienvenidos a Quebec’ vio cómo en la carrera de esa temporada Michael Schumacher, Damon Hill y Jacques Villeneuve, tres campeones del mundo, probaron las caricias de su cemento armado. Pero no han sido los únicos: Vettel y Button también chocaron contra él, en 2009 y 2005, respectivamente. Este fin de semana, Schumacher ni siquiera verá el gran premio, pero pese a los 5.898 kilómetros que separan su casa en Gland (Suiza) del circuito, allí miles recordarán a su rey.