Sergio Pérez volvió a la pista a los 26 días de sufrir un accidente

Como si la cosa no fuera con él. Tranquilo. “Estoy bien, aunque me duele un poco la pierna y el cuello, pero no es nada preocupante”. Sergio Pérez salía del hospital Princess Grace de Mónaco relajado. “Estoy bastante seguro de que pilotaré en Montreal”, sentenciaba. Era el 31 de mayo de 2011, un día antes había sufrido un terrible accidente en el circuito urbano, un golpe lateral en el que perdió el conocimiento unos instantes y en el que le diagnosticaron una “ligera conmoción cerebral y una contusión en el muslo derecho”. Un día de hospital.

Quince días después, Checo se subió al monoplaza en Montreal y en la primera sesión de libres tuvo que volver al box de Sauber, su equipo de esa época. No se encontraba bien e incluso llegó a desmayarse. Le sustituyó Pedro de la Rosa. “No estoy al cien por cien, necesito tiempo para recuperarme”, declaraba en ese momento. Sergio había pasado revisiones en hospitales de Mónaco, Zurich y Montreal y todos habían dado resultados positivos para el joven méxicano de 21 años entonces.

“Después de que Sergio Pérez informara de una sensación de malestar en la primera sesión de entrenamientos libres del GP de Canadá, Sauber decidió que no compita en la carrera por razones de seguridad. Su malestar podría ser una consecuencia de su accidente”, informaba la escudería. Y es que finalmente no pudo regresar a las pistas hasta el GP de Europa, que se celebró en Valencia del 24 al 26 de junio, casi un mes después de su accidente. Checo durante ese tiempo sufrió perdidas de memoria evidentes, aturdimientos y dolores en la cabeza y el cuello en general. “Tengo lagunas sobre lo que sucedió tras el primer impacto y el rescate. No sé realmente qué causó el accidente”, reconoció el talentoso piloto de Guadalajara.

El de Checo fue el último incidente con similitud al de Fernando Alonso en los test, aunque Pérez dejó el coche totalmente destrozado. Fernando no ha sufrido ninguno similar y ha tenido bastante suerte en estos años, especialmente en aquél GP de Bélgica de 2012 en el que Romain Grosjean pasó a centímetros de su cabeza con el Lotus. Ahora está en una situación similar a la de Sergio. El día del accidente de Checo, Alonso pidió respeto para los pilotos.