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DAKAR

Laia: "Creo que en motos aún me queda un poco de cuerda"

La sensación del Dakar fue recibida en Barcelona por un grupo de batucada y sus familiares. "Aún no me doy cuenta de lo que esto representa", dice.

BarcelonaActualizado a
Laia Sanz, en el aeropuerto de El Prat.
Rodolfo MolinaDiario AS

Laia Sanz ha indicado a su llegada a Barcelona procedente de Buenos Aires, tras finalizar el pasado sábado en la novena posición del Dakar 2015, que parecía estar como en una nube, reconociendo: "Es cierto que nunca pensé en llegar a un puesto como el noveno absoluto que he logrado en este Dakar porque pensaba que lo del año pasado era insuperable. Y más viendo la dureza con que iba transcurriendo esta edición, pero como estaba compitiendo bien y me salió una carrera muy buena logre estar en el Top-10".

Esto ha llevado a la piloto de Corbera de Llobregat (Barcelona), de 29 años, 13 veces campeona mundial de trial y tres de enduro, y con cinco participaciones consecutivas en el Dakar, a ser considerada la mejor piloto femenina de la historia del raid, entrando en la historia de los rallys al superar el décimo puesto logrado por la francesa Christine Martin en 1981.

No se ha cansado de repetir que será con el paso del tiempo cuando se dé cuenta del calibre de esa hazaña: "Aún no me doy cuenta de lo que esto representa, pero poco a poco, cuando me pongo a pensar, lo voy valorando más, pero quiero dejar pasar unos días para estar más tranquila"... Ha remarcado que moto y equipo han jugado un importante papel en el éxito. "Antes de salir me propuse mejorar el décimo sexto puesto del año pasado. Ese era mi objetivo, pero tenía un moto fantástica y un gran equipo detrás que me ha llevado a esto", puntualiza la piloto de KH-7.

En referencia a llegar en un futuro próximo a ganar el Dakar, ha comentado: "Soy realista y no me veo como ganadora absoluta o en el podio del Dakar en un futuro ni próximo ni lejano porque hay unos límites físicos y es muy complicado".

Un grupo de 'batucada' de su población natal, amigos, familiares, sus padres Jesús y Angels, su grupo de seguidores con el dorsal 29 (la edad de Laia) a la espalda y representantes federativos e institucionales y de medios de comunicación le han acompañado y vitoreado sin cesar.

Ha explicado también: "La clave ha sido la regularidad y el disponer de una gran moto, haber podido entrenar más que otros años y tener la suerte que se necesita porque en el Dakar pasan muchas cosas, no haber sufrido caídas (sólo una el último día), cuidar la mecánica, haber acertado en la navegación y haber incrementado mi ritmo en moto".

Acabó en quinta posición de la octava etapa, la más dura de esta edición, de Uyuni a Iquique, y estaba muy satisfecha de esa posición: "Esa etapa fue dantesca, con muchos problemas y al final pude aprovechar mi situación para conseguir esa posición, pero fue una etapa realmente terrible, pero me dio fuerzas para seguir luchando y me animó mucho".

Al respecto de la próxima temporada ha comentado: "Creo que en motos aun me queda un poco de cuerda, pero me encantaría poder correr en coches y espero que algún día salga la posibilidad de hacerlo con un bien coche".