Albert Llovera todavía está en la carrera a pesar de su reto extra

La sonrisa no se borra de su rostro. Es un ejemplo para toda la caravana del Dakar. Poco le importa a Albert Llovera que su movilidad quedara reducida al sufrir un accidente de esquí en Sarajevo a mediados de los 80. Eso no le impide competir, y sobrevivir, en una competición reservada a superhombres. Y es que él es el campeón del mundo de los valientes.

De nuevo Llovera corre el Dakar gracias a la ayuda de Nasser Al-Attiyah. Esta vez acompañado por Álex Haro, copiloto habitual de rallys, que los dos pasados año acompañó a Xevi Pons, pero novato en esta prueba de locos. Comparten un buggy con el que han vivido mil y una odiseas. Posiblemente las mismas que muchos de los integrantes de la caravana, sólo que Albert es el único que no tiene movilidad en la zona inferior de su cuerpo y va en silla de ruedas.

Uno de los momentos álgidos de esta edición fue cuando el español Xavi Foj se chocó contra él mientras circulaba marcha atrás por el fesh fesh. Las carrocerías de sus coches dejaron constancia de ello, pero por suerte ambos pudieron continuar. “¡No veas el susto que nos metimos!”, explica el andorrano con esa sonrisa eterna.

Lo peor es el cuerpo. Albert se va a los servicios médicos según acaba cada etapa. Sus manos, que también ejercen de pies, muestran el esfuerzo que realizan moviendo los mandos de acelerador, freno, embrague, cambio y volante durante tantos días. Y aún peor, le han salido llagas donde la espalda pierde su casto nombre por el rozamiento. Todos los días, le toca cura. Pero él no pierde la sonrisa y asegura: “Ya estamos cerca. Ahora no podemos rendirnos”.