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Dakar 2015

Peugeot quiere romper la hegemonía que ejerce Mini

El 2008 DKR de Sainz, Peterhansel y Despres representa el innovador reto de la marca francesa para frenar el dominio del All4 Racing, campeón en 2014 con Roma.

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Peugeot quiere romper la hegemonía que ejerce Mini

Peugeot eligió Honduras 5624, ése es el nombre y número de la calle en la que su equipo para el Dakar llevó a cabo ayer su presentación en sociedad en Buenos Aires. En pleno Palermo Hollywood, lo adecuado para un reto de película como esta carrera en el que la marca del león regresa al lugar en el que fue feliz a finales de los 80. Mini y Toyota, mientras, aguardan impacientes a ver cómo responde ese 2008 DKR que tiene tan buena pinta que sólo falta silbarle cuando pasa.

Lucas Cruz y Carlos Sainz
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Lucas Cruz y Carlos SainzPEUGEOT SPORT

Antes de ese cóctel en el Palermo más chic —cómo cambia aquel rincón en el que vivió Jorge Luis Borges—, el equipo Peugeot Total posaba al completo. De izquierda a derecha, diecisiete títulos de campeones del Dakar entre Carlos Sainz (1), Stéphane Peterhansel (11) y Cyril Despres (5). Los de este último llegaron en moto, cierto, pero esa experiencia vale su peso en oro cuando de lo que hablamos es del raid más exigente del mundo, con su buena dosis de navegación y orientación cuando la carrera se te atraganta. “La marca quiere internacionalizarse lo máximo posible, por eso repartimos esfuerzos en el mundo de la competición”, reconoce Bruno Famin, el director de Peugeot Sport. Él conoce muy bien el terreno que ahora pisa, no en vano fue responsable de Peugeot-Citroën en Argentina entre 1994 y 2001. Sabe de la exigencia del raid, competición en la que la marca francesa encadenó cuatro victorias en coches: en 1987 y 1988, con el 205 T16, y en 1989 y 1990, con el 405 T16.

El heredero de aquellas joyas que pilotaron Ari Vatanen y Juha Kankkunen no es otro que el Peugeot 2008 DKR, que aterriza en Buenos Aires sin haber combatido con pólvora real. Tan sólo varios tests y el shakedown ya en tierras argentinas, lo que supone una auténtica incógnita especialmente al medirse a un proyecto tan fructífero como el del Monster Energy X-raid, ganador los tres últimos años. Lo lidera Nani Roma, que en 2014 sumó su segundo título en el Dakar (el primero había llegado diez años antes, entonces en moto, sobre una KTM LC4 660R), con Orly Terranova y Krzysztof Holowczyc también como pilotos oficiales del equipo. Y otros siete privados, cada uno con su patrocinador bajo el brazo, como el peligroso Nasser Al-Attiyah. Pero siempre, desde que el Dakar 2015 echó a andar, aunque fuera en el recorrido inicial imaginado sobre un mapa, hay un nombre que parece quedar en un discreto segundo plano. Es Toyota, que acude en versión flota (seis equipos oficiales), en la que Giniel de Villiers figura como cabeza de cartel. La distribución de pesos del Hilux es diferente, baja el centro de gravedad y suben las posibilidades de De Villiers y compañía. Y sin lastre de 56 kilos. “Me sorprendió ver lo cerca que estábamos de los Mini en Marruecos. Tuvimos el coche listo antes que en el Dakar 2014 y el reto es ganar en Buenos Aires”, afirma el sudafricano. Fue campeón en 2009 y tiene coche para animar la competición. Por si esta bendita carrera no es ya de por sí animada.