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FÓRMULA 1

Del Premio Promesa AS a un asiento como piloto titular de F-1

Carlos Sainz Jr. fue reconocido por este diario en 2009, justo antes de entrar en el programa de Red Bull y desembarcar en los monoplazas.

Actualizado a
Del Premio Promesa AS a un asiento como piloto titular de F-1

Hacerse un nombre en el mundo del automovilismo es una tarea harto complicada, pero cuando encima tu apellido ya lo conocen en el mundo entero antes de empezar, se añade una dificultad más. Carlos Sainz Jr. (Madrid, 1 de septiembre de 1994) decidió que quería ser piloto y ser hijo de un bicampeón del mundo de rallys no lo detuvo. El sueño de alcanzar la F-1 prendió rápido en su cabeza acrecentado por lo bien que se lo pasaba rodando al volante del kart, desde los siete años, en el negocio familiar en Las Rozas. La simple diversión lo llevó a debutar, en diciembre de 2005, en una carrera oficial de kárting. Fue en la categoría cadete de la Copa de Campeones en El Vendrell. Acabó octavo.

Ahí se inició su carrera con éxitos en su palmarés como campeón cadete de Madrid, campeón del Trofeo Ciudad de Alcañiz, campeón del Asia-Pacífico, del Júnior Mónaco Kart Cup, subcampeón de Europa de KF3, doble subcampeón de España (espectacular el duelo que mantuvo durante dos años con Gerard Barrabeig), tercero en las WSK International Series de kárting… Fueron años buenos, pero también complicados porque siempre tenía el foco sobre su cabeza. Eso le ayudó a forjar y consolidar un carácter basado en la fe ciega en sus opciones, a fuerza de un duro trabajo y una dedicación exclusiva para alcanzar su objetivo. Pasase lo que pasase.

Su excelente desempeño en los karts tuvo el reconocimiento del Diario AS, que le otorgó el galardón de Premio Promesa en 2009. Un trofeo que recibió de manos de Pedro de la Rosa, que anticipó la esplendorosa trayectoria que tenía por delante en los monoplazas: "Es muy bueno y me va a jubilar muy pronto. Yo no le daría el premio a alguien que no valiera. No es hijo de, como algunos pueden pensar, es un piloto con mucho talento y que llegará muy lejos".

El catalán lo clavó porque en los primeros test en un monoplaza ya destacó. Red Bull tampoco dudó y lo incluyó con 15 años en su programa de jóvenes pilotos. En su primera temporada completa, Fórmula BMW Europa, donde era el más joven de la parrilla, ganó la categoría de rookies. Esa misma temporada también disputó carreras sueltas de otros campeonatos y ya empezó a demostrar su tremenda facilidad para aclimatarse a cualquier coche.

La temporada siguiente logró su primer título en monoplazas. Fue la Fórmula Renault 2.0 NEC donde destrozó en la general a nombres como los Daniil Kvyat, Stoffel Vandoorne o Robin Frijns. Precisamente el holandés le arrebató el doblete al derrotarle en la pelea que mantuvieron por ganar la Eurocup 2.0. En 2012 disputó múltiples citas de F-3 conociendo los certámentes más importantes del Viejo Continente, haciéndose piloto. No quería lo fácil, sabía que esos meses duros tendrían recompensa más adelante. El año pasado se encontró en una disyuntiva importante: correr las World Series o la GP3. Red Bull optó por el certamen que acompañaba en las citas europeas a la F-1, al equipo de Webber y Horner, y con Kvyat como compañero de box. El ruso venció aprovechando la importancia de la calificación de los sábados para
el resultado del fin de semana y recibió el premio de ocupar el asiento de Toro Rosso en 2014.

El madrileño sufrió en silencio una decisión que sabía que no era justa. Aceptó el reto y este año no dudó. Tenía que "ganar o ganar" como dijo a AS en Jerez tras ganar la 3.5. Había cumplido su parte del trato que le debía llevar a acompañar a Verstappen en 2015, el jovencísimo holandés cuyo rápido ascenso parecía echar por tierra tantos años de trabajo para llegar a la F-1. La presión no pudo con Sainz Jr. que no sólo logró el título sino que lo hizo con récord histórico de victorias y vueltas rápidas... pese los malos momentos que pasó tras el anuncio de Max. Y dio a Red Bull ese éxito que otros como Vergne, Vettel o Ricciardo no consiguieron.

A la parrilla de F-1 llega el mismo chico humilde, tímido, educado y buenísimo en lluvia que escuchaba los sabios consejos de su padre y de Juanjo Lacalle en el kárting, costumbre que sigue haciendo con buen criterio, al igual que los que recibe de su 'sombra' Borja Ortiz. Pero este Sainz Jr. también es ahora más fuerte mentalmente, más seguro de sí mismo y con mayor determinación y confianza. Carlos ha logrado el sueño de llegar a la F-1, los monoplazas más potentes de la pirámide, la especialidad del madrileño.

Estadísticas en monoplazas

Carreras: 165Victorias: 29Podios: 61Poles: 30Vueltas rápidas: 36