Laia deja huella en Merzouga con un sexto y dos victorias

Pal Anders Ullevalseter se ha proclamado campeón del Merzouga Rally, era a lo que apuntaban los pronósticos y el sentido común, pero si por algo se recordará a la cita marroquí será porque en ella asistimos a la primera victoria de etapa de una mujer en una prueba de raids. Correspondió, cómo no, a Laia Sanz, en la tercera jornada de un examen que la barcelonesa ha finalizado en sexta posición. Era un test más rumbo al Dakar, el gran reto para Laia, ahora más que nunca tras haber aparcado el trial en el que vivió tantos años en la cima.

La última etapa, que transcurría en los alrededores de Merzouga, constaba de un bucle con dos pasadas y un total de 56 kilómetros cronometrados más otros 88 de enlace. Laia fue la más rápida en la primera vuelta, marcando el segundo mejor tiempo al final del día, a 18 segundos de Ullevalseter. Y eso son palabras mayores, pues el noruego es un habitual del Dakar, un nombre propio en zonas altas de la general, no en vano fue subcampeón en 2010. Lo dicho: Laia pisa fuerte en Planeta Raid.

“Hoy me he divertido mucho porque la especial parecía una carrera de motocross. Ha sido corta pero intensa y en la primera vuelta iba primera, con todos detrás. En la parte final, Ullevaalseter me ha pasado en un río y he acabado segunda, aunque estoy muy contenta”, explicaba la piloto de KH-7.

“Ganar el prólogo estuvo bien, pero por encima de todo me quedo con la victoria de etapa que fue muy trabajada, con todos los pilotos persiguiéndome durante muchos kilómetros, en un día muy difícil por la navegación. A pesar de la presión no cometí ningún fallo y conseguí un triunfo muy bonito”, añadía la de Corbera de Llobregat, que presentó una apelación debido a la penalización de una hora recibida el jueves por un incidente en un waypoint. Sea cual sea la decisión final de los organizadores, Laia ha cumplido. Ha sumado mil kilómetros más con vistas al Dakar, a dos meses y medio vista, ha ganado dos etapas, ha hecho história (más aún). A eso se le llama seguir al pie de la letra el libro de ruta.