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Motociclismo | GP de Japón

Márquez depende de sí mismo para coronarse campeón ya

El año pasado usó tres ‘bolas de partido’ para cerrar el título de MotoGP, reduciendo Lorenzo la diferencia de 43 a 4 puntos entre Australia, Japón y Valencia.

MotegiActualizado a
PRUDENTE. Márquez quiere tomar con normalidad este gran premio, aunque reconoce que le gustaría ganar en la casa de su marca.
REPSOL

Nunca se sabe si es más fácil cerrar un título, de lo que sea, o ganarse la ventaja suficiente como para disponer de la posibilidad matemática de conquistarlo. Márquez se encargará de sacarnos de la duda en su caso a partir de la próxima cita de MotoGP, la de este domingo, en Japón, donde depende de sí mismo para coronarse ya, sin necesidad de recurrir a las citas de Australia, Malaisia y Valencia.

A pesar de que sólo ha sumado cuatro puntos en las dos últimas carreras, fruto de su 15º en Misano y 13º en Alcañiz, en ambos casos precedidos por caída, su enorme ventaja acumulada, tras una increíble racha que le llevó a ganar las diez primeras carreras del campeonato, le permite gozar aún de 75 puntos de renta sobre Pedrosa, 78 sobre Rossi y 90 sobre Lorenzo. Es decir, que una victoria suya en Motegi, en la casa de Honda, donde el año pasado Lorenzo rozó la perfección, le coronaría automáticamente bicampeón de la clase reina.

Ésa es la vía más directa, pero hay más, porque también le bastaría con batir a Pedrosa y no perder más de tres puntos respecto a Rossi, siempre que eso se produzca en zona de puntos, porque si se diese tal combinación sin puntuar habría que tener en cuenta también a Lorenzo, siendo necesario que no ganase el mallorquín la carrera. Plasmada semejante combinación, casi imposible en resultados, sería que Marc no puntuase, que Dani tampoco lo hiciera, que Valentino fuera como mucho 13º y Jorge no ganara, sólo segundo.

Y en el polo opuesto, el resultado que le obligaría a esperar como mínimo a la siguiente cita es una victoria este domingo de Pedrosa o Rossi, aunque él fuera segundo.

La temporada pasada, el pupilo de Alzamora usó tres bolas de partido para cerrar el campeonato y Lorenzo fue capaz de darle emoción al campeonato y estirarlo hasta la última carrera, al reducir de 43 puntos a 4 la distancia final entre ambos. A Australia llegó el catalán con esos 43 puntos respecto al mallorquín, valiéndole una victoria suya por un tercero de su rival para ser campeón. Sin embargo, el resultado fue diametralmente opuesto, porque ganó el de Yamaha y al de Honda le descalificaron con bandera negra por entrar más tarde de lo permitido a cambiar de moto.

Así se viajó a Japón con 18 puntos a favor de Marc y con la misma combinación válida para que fuera campeón, pero tampoco lo sentenció allí. Lorenzo ganó en Motegi mientras que el líder fue segundo, así que la diferencia entre ambos se redujo a 13 puntos.

De ese modo, le quedaba una última oportunidad para ser campeón, en Valencia. A Márquez le valía un cuarto en caso de victoria del ya bicampeón para lograr su primer título de MotoGP y, aunque Lorenzo venció la carrera, Marc cerró el título con un tercer puesto.

Al igual que en las carreras en las que se coronó campeón de 125cc (cuarto en Valencia 2010) y Moto2 (segundo en Australia 2012), lo había hecho sin lograr la victoria y, aunque lo que cuenta realmente es alcanzar el título y no el resultado de la prueba en la que se consigue, seguro que ganarlo cruzando primero la meta, y en casa de Honda, le da un valor añadido. Así lo intuye y a por ello va. ¿Lo conseguirá?