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Fórmula 1 | GP de Italia

Fernando Alonso se salva de la gran tragicomedia de Ferrari

Hamilton firmó la pole en Monza mientras que el español saldrá séptimo como el mejor de los coches que no llevan motor Mercedes, con Montezemolo diciendo que no dimite.

Actualizado a
Fernando Alonso tendrá que sacar la magia a relucir en carrera para intentar lograr un milagro que le acerque al podio de Monza.

Un abrazo y mil comentarios. El adiós, la gratitud, la reconciliación, la renovación, la despedida que es un hasta luego o un… El circo de la F-1, la tragicomedia de Ferrari en Monza. Luca Cordero di Montezemolo apareció en el circuito como suele, con traje italiano impecable, recién peinado, moviendo las manos, ofreciendo saludos, abrazando a su piloto estrella, a ese español que lleva cinco temporadas salvando a Ferrari, poniendo a la escudería mas legendaria de la historia de la Fórmula 1 en un lugar que no le corresponde. Así son las cosas. Es una realidad. Ayer volvió a pasar, en el teatro del presidente y la caseta roja, un piloto volvió a ponerse el casco para llevar su coche donde sólo puede estar con sus manos. Fue séptimo Alonso, sí, sólo séptimo. Pero si tenemos en cuenta que Kimi Raikkonen, recordemos, todo un campeón del mundo, terminó duodécimo, fuera de la Q3 y a medio segundo de su compañero de equipo, podemos observar la relevancia de lo que consiguió ayer el genio astur.

Porque ya estaba preparada la excusa, el otro lado del telón, la puesta en escena. “Habla a la una y media en las escaleras”, dijo alguien. Y así fue, a esa hora Montezemolo, en los escalones que dan acceso al segundo hospitality rojo, se dirigió a las masas de periodistas que micrófonos, cámaras, teléfonos en mano grababan y hacían fotos al presidente. Luca, que el pasado 31 de agosto cumplió 67 años, tranquilizó (o no…) a los tifosi: “En verano siempre hay necesidad de alguna tempestad, pero lo encuentro realmente excesivo. Estoy aquí para trabajar, trabajé ayer, trabajaré mañana. Tenemos meses muy importantes por delante y me siento muy ligado a Ferrari, al menos durante los próximos tres años. Si hubiese alguna novedad ya la diría yo”. Pues bien.

Y habló claro de Alonso y lo que va a hacer el español. “Fernando tiene contrato con nosotros hasta 2016, es un contrato importante. Él quiere tener las mismas cosas que yo, un coche más rápido”, declaró. Una vez más. Un año más. Otra vez.

Y después en la pista con el coche actual, séptimo, en el límite, lejos de lo que parecía en los libres, detrás de los Mercedes, los Williams, los McLaren, delante de Vettel, el primero de los que no llevan motores de la estrella. Y Hamilton primero con Rosberg a su estela, esta le toca a Lewis parece. El británico está más motivado que nunca después de que Nico enseñase otra vez este año, y van unas cuantas, que Britney Spears (el apodo por el que le conocían sus compañeros de parrilla gracias a Mark Webber hace años) ha quedado atrás en el camino. Atentos a los Williams en carrera con buen ritmo y después un grupo con McLaren, Red Bull y Ferrari buscando un podio imposible.

El coche de Maranello no tiene velocidad, ni aerodinámica suficiente, ni capacidad de tracción, ni calienta los neumáticos, sólo un escudo y un piloto de leyenda. Mientras, unos y otros danzando como marionetas de un espectáculo del absurdo alrededor de las casas de Ferrari en el paddock. Y Alonso, ese piloto, salvando la tragicomedia. Séptimo, sólo séptimo sí, pero…