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Protagonistas en la competición

Pascal Cousnon: "Michelin necesita desafíos tecnológicos"

AS participó en un encuentro con Couasnon, director mundial de competición, que detalló una estrategia basada en la transferencia entre las carreras y la producción.

Actualizado a
REGRESO A MOTOGP. Michelin será de nuevo, desde 2016, el proveedor de la clase reina de los grandes premios.

Lleva una vida entre neumáticos. Ingeniero de formación, Pascal Couasnon ingresó en Michelin en 1987 como probador y encargado del desarrollo de nuevos productos. Tras ocupar diferentes puestos, desde comienzos de 2012 este francés de 51 años es el máximo responsable mundial de competición de la compañía francesa, el hombre encargado de coordinar a un equipo de 150 personas que intenta mantener a Michelin en la cúspide de los deportes del motor. Couasnon pasó apenas unas horas por Madrid y se reunió con un reducido grupo de medios españoles, entre los que se encontraba AS, para ofrecer interesantes detalles sobre una actividad que va desde la resistencia a los rallys, pasando por el trial, el motocross, los raids, la Fórmula E y, por supuesto, su esperado regreso a MotoGP.

Couasnon recordó que la competición se encuentra en el ADN de Michelin desde los orígenes de la compañía. Y sigue siendo así tanto tiempo después por dos razones fundamentales: “Queremos crear buenas historias que contribuyan al prestigio y la imagen de Michelin, que refuercen su valor de marca; además, las carreras nos sirven para probar nuevas ideas y mostrar nuestra capacidad de innovación. En los circuitos podemos sacar conclusiones tres veces más rápido que en un laboratorio de pruebas”.

Hablando de imagen y repercusión parece inevitable hacerlo de la Fórmula 1. Sin embargo, su empresa parece no encontrar el entorno propicio para el regreso. Couasnon explicó los motivos: “Hemos estado hablando con los responsables de la Fórmula 1 para valorar nuestro retorno, lo hicimos hasta el pasado verano. Pero no se han dado las condiciones adecuadas para que así sea, básicamente porque nosotros no queremos desarrollar un producto que no tienen aplicación alguna en los coches de calle. Ninguno lleva una llanta de 13 pulgadas de diámetro como estos monoplazas, por eso queríamos implantar la medida de 18 pulgadas. La propuesta no les convenció y a nosotros no nos interesa entrar sin tener un desafío tecnológico claro. Así serán las cosas durante los próximos tres años, a partir de ese momentos nos volveremos a sentar y valoraremos la nueva situación”.

En tal sentido, el máximo responsable de competición de Michelin tiene muy claro que la resistencia, con las 24 Horas de Le Mans como escaparate de enorme repercusión, les resulta mucho más atractivo: “Para nosotros es fundamental la transferencia de conocimiento entre las carreras y nuestra producción. Y es así como Le Mans nos permite avanzar en productos de alto nivel, en los que aspectos como la eficiencia o la seguridad son esenciales. Colaboramos con grandes fabricantes del sector del automóvil y tecnologías que vemos ahora en el circuito pueden llegar en un plazo de tres o cuatro años a la calle”.

Algo similar ocurre con la nueva Fórmula E, el certamen de monoplazas eléctricos que tendrá desde este año a la marca francesa como proveedor único: “Representa un magnífico laboratorio de investigación para los deportivos eléctricos de un futuro cada día más cercano, coches en los que ya trabajan marcas como Porsche o Ferrari. Y el tamaño de las ruedas es el que usan los vehículos de serie”.

Entre las cuestiones que planteamos a Couasnon no podían faltar, obviamente, las que se refieren a su vuelta al Mundial de MotoGP. Suministrará sus neumáticos en exclusiva a todos los equipos a partir de 2016: “Sabíamos que algún día regresaríamos al motociclismo de élite, ha sido siempre parte importante de nuestra actividad deportiva. Sólo necesitábamos las condiciones necesarias para hacerlo y la receptividad de MotoGP ha sido magnífica. Para empezar, se adoptará una medida de llanta de 17 pulgadas en sustitución de las actuales de 16,5, en esa misma línea de coherencia con la producción en serie”. Un cambio técnico significativo que para los fabricantes de motos supone un reto importante por su influencia en el conjunto de la máquina: “Sin duda que un neumático con perfil bajo es un desafío para todos, pero de eso se trata en la competición. Nosotros apostábamos por ello y los fabricantes lo han aceptado de buen grado”.

Será necesario un intenso programa de desarrollo sobre el que Couasnon adelanta algunos detalles: “No tendremos un piloto de pruebas propio (se había barajado el nombre de Colin Edwards tras su retirada de la competición). Creemos que es más provechoso trabajar directamente con cada escudería, probar junto a sus pilotos los compuestos y aprovechar toda su experiencia, que es muy valiosa”. De ese esfuerzo surgirá la gama de neumáticos para 2016: “Tendremos dos o tres compuestos de seco para cada circuito y lo que no existirá será un neumático de calificación, no lo consideramos necesario”.

Michelin vuelve a MotoGP como proveedor único, algo que inicialmente no entraba en sus planes: “La realidad actual de la competición nos ha hecho cambiar de posición, no de estrategia. Si queríamos regresar al Mundial debíamos aceptar la situación actual, pero nosotros siempre hemos dicho que lo que necesitamos son desafíos. Si buscábamos competidores nos mantendríamos fuera, algo que no era aceptable para Michelin. Así que nos satisface el reto tecnológico de desarrollar neumáticos de 17 pulgadas aptos para la competición y con tecnología aplicable a la calle. No tendremos rivales en pista pero sí desafíos apasionantes”.

Y si hablan de motos y neumáticos de calle, ¿por qué no mirar hacia las Superbike?: “Hubiera sido una opción y la consideramos, pero a día de hoy la máxima expresión de la competición es MotoGP y tiene más visibilidad. En el futuro todo puede ser posible, pero tampoco queremos abarcar más de lo que podemos, lo que hacemos lo hacemos bien”.

Para ello, Michelin invierte “el dinero necesario”, sin que Couasnon quiera dar cifras sobre su inversión directa en carreras porque “sería dar pistas a los competidores”. Lo que sí se sabe es que la marca dedica cada año 600 millones a investigación y desarrollo, presupuesto en el que se encuentra el de competición. Así pueden llegar también al Dakar (“Es el complemento ideal para los rallys y de enorme importancia en Sudamérica”) o ser protagonistas en el Mundial de rallys con una finalidad bien clara: “La dureza de los tramos nos ayuda a trabajar en productos de gran resistencia, muy indicados para mercados emergentes con una red vial en ocasiones en mal estado”.

Una charla, en definitiva, con un hombre apasionado de la competición y de la tecnología, que dio para mucho y que sirvió para dejar bien clara la apuesta incondicional de Michelin por las carreras.