Nico Rosberg: “Me da igual si Hamilton se molesta si gano”

Tras una vista rápida a unas fotos de Ibiza, unas pocas risas y sentarnos en la zona noble de Mercedes en el circuito de Austria, le digo a Nico Rosberg que es un lobo con piel de cordero. “Me gusta, me gusta”, concluye. Después se sienta. “Venga, vamos”, dice en perfecto castellano en una charla en la que de los cinco idiomas que habla sólo le quedará por utilizar el finlandés. Afortunadamente. Pero se le entiende bien al líder del Mundial.

—El año pasado hablaba de que aún no estaban preparados para ganar, pero que 2014 sería mejor. ¿Por qué sabía que este iba a ser su año?

—No lo podía saber con certeza, pero sí sabía que era una oportunidad fantástica porque, con el cambio de reglamento, era una gran ocasión para nosotros. Teníamos que hacer el coche nuevo, pero también el motor completamente nuevo y en ese sentido tengo que decir que la fábrica de motores que tenemos es impresionante. Hay mucha gente allí que además hace un trabajo increíble y también ahí tenía una esperanza en que las cosas fueran como están siendo.

—Hace un año decía: “No tengo nada que demostrar, pero aún no es mi año perfecto”.

—Y era cierto, ¿no?

—¿En qué ha cambiado?

—No sé, a ver… Lo que he aprendido ahora es el sentimiento de tener un coche así. Es una diversión más, es una sensación más, en cada carrera sé que si hago un buen trabajo ganaré. El sentimiento de tener el mejor coche, uff, es algo muy bueno. Es el ‘feeling’ que ha tenido Vettel cuatro años, y ahora lo tengo yo. (Se ríe).

—Se ve que se divierte.

—A ver, claro, lo que pasa ahora es una ayuda. Te da más confianza. La confianza la he tenido siempre. Yo siempre he pensado que puedo ganar si tengo el coche, ahora tengo el coche cada carrera, antes lo tenía algunas veces.

—Todo el mundo se lo pregunta. ¿Cuál es el secreto de Mercedes?

—Sobre todo lo referente a la unidad de potencia, al motor.

—Sí, pero otras escuderías también llevan el propulsor Mercedes y no dominan como el equipo oficial.

—Cierto, en realidad el secreto es que el coche trabaja muy bien con la gente del motor. Están muy cerca unos con otros, tienen una comunicación perfecta. Tenemos la mejor gente que hay en F-1 en estos momentos y han construido este coche. Son todo gente nueva, la mayor parte en 2010 no estaban en mi equipo.

—Es líder con 22 puntos de ventaja sobre Hamilton, ha ganado ya dos grandes premios, ¿siente que va a ser campeón?

—No me gusta decir algo así de manera pública, pero sí, me siento bien, con mucha confianza. Tengo que hacerlo aún mejor, pero sí, estoy en el momento, es mi momento, me gusta llegar a cada carrera, tengo ilusión en cada carrera, no miro a largo plazo, miro el ahora.

—¿Si no falla será campeón?

—Mi pensamiento no es si no hago fallos, no pienso así, pienso en ir a ganar cada carrera, fallar es algo normal, todos fallamos, tengo que fallar menos que el otro y salir siempre a ganar.

—Su mayor rival es su compañero Hamilton, ¿Cómo definiría su relación con Lewis?

—Todo bien con él.

—Nico… ¿Todo bien?

—Sí, sí, claro. Bueno, en fin, es difícil y eso sí, en el circuito, pero también fuera, pero podría decir que la relación es normal, neutra.

—Da la sensación de que sólo hay problemas si es usted quien gana y que si gana Hamilton no pasa nada.

—Bueno, no me molesta que él se enfade cuando gano yo, no es bonito sinceramente, pero yo soy muy feliz cuando gano si él es feliz o no, me da igual, sería mejor para mí si no se tomase tan mal las cosas cuando gano, pero no me molesta mucho lo que hacen los otros. Un poco sí, pero no demasiado.

—¿Es usted un lobo con piel de cordero?

—Creo que para ganar carreras es mejor intentar estar lo más tranquilo posible, ser más racional, no poner toda la emoción dentro del coche. Yo siempre he sido muy racional.

—¿Cómo se siente en la guerra psicológica con Hamilton?

—No sabría decir. Es una situación nueva para todos, para mí desde luego en F-1, aunque realmente sí he pasado algo similar.

—Hace tiempo…

—Sí, con él en los Karts. Cada día pienso, esto lo recuerdo, fue igual que aquel día en kárting, sigue siendo igual que en los karts. Todo, también los sentimientos, lo que se dice después de la carrera, es similar, es distinto en realidad porque hay más gente, más importancia, es algo más difícil, pero… parecido.

—¿Ha habido algún momento de mayor tensión este año?

—No hay un instante en especial. Siempre hay momentos difíciles, pero lo hablamos y volvemos a la normalidad. Pero no es fácil la situación, claro.

—¿Se ha hablado de órdenes de equipo en Mercedes? ¿Hay un límite? Por ejemplo, en Ferrari en 2007 el que llegara por delante a Monza era el que podría luchar por el título… y ganó Kimi.

—No hay órdenes en Mercedes. Sólo en situaciones muy complicadas, como que los dos coches no vayan a terminar.

—Por ejemplo en Canadá…

—Sí, pero precisamente por ejemplo en Canadá no hubo y teníamos una situación muy delicada, y no le dijeron a Lewis que no podía pasarme. Eso es un ejemplo de que de verdad nos dejan luchar en todas las situaciones y es un riesgo para el equipo, porque en Montreal si le hubieran dicho a Hamilton que no me pasara, que conservara, pues hubiéramos acabado los dos coches la carrera y, sin embargo, de esa manera tuvo que abandonar y mi coche llegó al límite.

—Pero la pregunta era, ¿será así hasta el final?

—Vamos a ver, no se sabe, pero es cierto que nos dejan luchar. Es importante para el deporte, porque ahora mismo estamos muy por delante del resto y si nosotros hiciéramos también órdenes de equipo sería una mierda para el espectáculo, para todos y Mercedes está aquí para vender más coches y eso se hace con espectáculo. La mejor manera es con una buena lucha entre los dos, eso lo saben en Mercedes.

—¿No ser campeón este año sería un fracaso?

—¿Cómo? ¿Qué es el fracaso? Campeón o no… al final necesitas suerte, muchos factores, no sería un fracaso, no sería el fin del mundo si no gano. La situación me gusta de todas las maneras. Tener un coche así después de cuatro años muy malos, ¿eh? No lo olvidemos.

—Tiene un coche ganador, pero no siempre fue así, ¿cómo se consigue la motivación para jugarse la vida sin poder ganar?

—Ya tenía la motivación de ganar a mi compañero, que era Michael Schumacher, eso ya es una motivación importante. Ya es fácil motivarse con eso y después con el coche que tengas en cada momento también se puede hacer una gran carrera. Puede ser que seas cuarto o sexto y hagas un gran premio mejor que si ganas. Eso es difícil de entender, pero es así y cuando estás ahí abajo lo sabes, porque a lo mejor tienes un coche para ser el doce.

—La situación de Alonso, piloto del que el presidente de Mercedes dijo que es el mejor del mundo.

—Sí, pero eso fue mal entendido, sacado de contexto.

—Siempre los periodistas tenemos la culpa, ya se sabe. Dicen que podría cambiar de equipo.

—¿Donde irá?

—Hay quien piensa que podría ser piloto de Mercedes en los próximos años. ¿Le gustaría tenerle como compañero?

—No me gusta hablar de hipótesis, sólo puedo decir que es un piloto rápido y un competidor como todos nosotros.

—¿Sería uno más?

—Sería un compañero como otros, ya he tenido dos grandes como Hamilton, Schumacher y Alonso sería otro más.

—Ha renovado con Mercedes, pero quizá pudo esperar porque otros equipos, como Red Bull o Ferrari, podrían tener un sitio y ganar más dinero.

—No hablo del contrato, pero sí puedo decir que me siento muy bien donde estoy, Mercedes es el top para un piloto, y tenemos el mejor coche, eso es lo más importante para un piloto. Estoy muy feliz aquí.

—¿Cómo es eso de jugar al fútbol antes de subirse al coche?

—Es una manera de activarme, el cuerpo, la cabeza, porque hay una reacción, coordinación, deporte, movimiento, se activa el corazón y además es una competición que hago con mi fisio. Una vez gana él, otras yo… la adrenalina es como la salida de la carrera, y es un momento en el que me siento feliz.

—Hablando de felicidad. Además de ir a Ibiza, ¿Qué le hace feliz fuera de la F-1?

—Me gusta mucho la fotografía. Por ejemplo en Ibiza.