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Museo de la industria española

Las motos españolas serán piezas de museo en Alcalá

La colección de los hermanos Lozano y la de Ignacio Medina formarán la exposición permanente del ‘Museo de la motocicleta española’, que albergará Alcalá de Henares.

Actualizado a
Vista general de la colección que poseen los hermanos Lozano y que suma alrededor de 600 motocicletas.
Chema Díaz

Dos colecciones, un total de 1.200 motos de 220 marcas españolas distintas. Dos muestras que serían la envidia de cualquier museo del mundo y que son las dos ruedas de un proyecto que echó a andar en 2006: el ‘Museo de la Motocicleta española’. Ya tiene ubicación, la antigua fábrica de perfumerías GAL, en Alcalá de Henares (Madrid), pero para arrancar necesita el empujón inicial, la gasolina en forma de fondos municipales. El banderazo de salida se ha pospuesto en numerosas ocasiones y, aún hoy, su inauguración sigue sin fecha.

Ignacio Medina es el dueño de una de esas dos ruedas que sustentan la muestra permanente del museo, la ‘Colección Medinabi’, que reúne alrededor de 600 motos españolas de carretera. Los hermanos Lozano, propietarios de la segunda, poseen la mayor muestra mundial de Bultaco de carretera, además de motos y ciclomotores españoles de campo.

Rafael, uno de los hermanos Lozano, nos muestra el lugar donde hibernan sus joyas y nos explica los objetivos del proyecto: “Sería un espacio en el que los aficionados podrían disfrutar del patrimonio histórico, de la industria de la motocicleta española que durante 30 años dominó el mercado internacional. También contaría con una escuela taller de restauración, centro de educación vial, archivo histórico de toda la documentación, exposiciones temporales...”. Lozano invierte la mayoría de los sábados en recluirse en su taller a restaurar las motos que trae, normalmente por piezas, de países de los cinco continentes. “En 1969, si querías una moto competitiva en Estados Unidos tenías que comprarte una española. En el caso de Bultaco, de la producción total, el 70% se iba para el mercado norteamericano y del restante, sólo entre un 15% y un 19% se quedaba en España. Una moto costaba lo mismo que un Seat 127 y la sociedad española no podía pagarlo”, explica Rafael.

Paco Bultó fundó Bultaco en 1958 y desapareció en 1983. En la muestra de los Lozano se puede apreciar la evolución de la marca, desde la primera Sherpa de 1960 hasta última MK15 del año 82. “Bultaco es la marca con más repercusión internacional y la que más éxitos cosechó junto con Montesa y Ossa”, apunta Lozano como razón principal que les condujo a elegirla como marca principal de su colección.

Entre otras rarezas, el almacén de los Lozano incluye “la única Bultaco campeona de Europa de Motofútbol en el 85; una de las seis que subieron al Himalaya; una de las dos que hicieron la travesía Dos Mares: en el año 73 cruzaron África del Atlántico al Indico, 6.000 kilómetros. Y dos de las cuatro que participaron en la expedición al Polo Norte. Además de motos usadas por organismos oficiales, como el ministerio de Obras Públicas o la Cruz Roja”.

Difícil decidirse por alguna de todas ellas, pero la “joya de la corona”, según palabras del propio Rafael, y con permiso de la Sammy Miller (firmada por el piloto inglés doble campeón de Europa de trial), es la JJ Cobas con motor Bultaco de 1982. Para disfrutar de todas las piezas de las dos colecciones habrá que esperar a la finalización del museo, mientras, ellas descansan en sendos almacenes.