Marc Márquez está preparado tras unas activas vacaciones

Tiempo que dura la cesación del trabajo’. Así define el diccionario de la RAE, en su epígrafe 2, las vacaciones. Todo lo contrario al uso que le ha dado Marc Márquez a los 82 días que han pasado desde el test postemporada de Valencia hasta el día previo a los primeros entrenamientos de 2014 en Sepang (Malaisia). Y es que el campeón de MotoGP demuestra que su profesión es también su mayor afición.

Competir es algo inherente a su genética y, por eso, el piloto de 20 años no ha dudado en aceptar múltiples invitaciones para distintos eventos, más allá de premios y homenajes, todos con el denominador común de entrar en competición. Dirt Track, trial, resistencia, carreras sobre hielo... en moto de nieve, en coche, en kart... de día, de noche, al aire libre, bajo techo... Otros prefieren olvidar las carreras bajo el sol del Caribe, pero Márquez ha disfrutado de sus días de asueto con la adrenalina a tope y el espíritu competitivo intacto. Y, de paso, mantener una excepcional forma física, clave en sus resultados en la pista.

Además, Márquez, que seguirá con el dorsal 93 adherido al carenado de la Honda pese a ser el vigente ganador, también ha tenido tiempo para apoyar, junto a la Fundación Repsol y la Fundación Isidre Esteve, el deporte entre las personas con movilidad reducida con el proyecto ‘Centro Puente’, o para asistir a la fiesta de sus paisanos de Cervera o a la Gala de los Premios AS donde recibió el reconocimiento de los lectores y se enfrentó al truco del escorpión y el hipnotismo del mago Jorge Luengo.

Múltiples actividades que han ocupado el tiempo del más joven campeón de la categoría reina de la historia que, desde mañana y hasta el jueves, vuelve a los circuitos, como el resto de la parrilla de MotoGP, para participar en los test malayos de Sepang. Primera prueba de fuego de la nueva temporada, la de su primera defensa del título. Un desafío que no le presiona, más bien le motiva.