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Fórmula 1 | Un mes después del accidente

Roberto Belvís: "Difícilmente veremos al mismo Schumacher"

Belvís, coordinador del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Quirón Dexeus de Barcelona, afirma que “los tiempos presagian que las lesiones eran muy graves”

Actualizado a
UN MES INGRESADO. El hospital de Grenoble concita la atención de los aficionados de la Fórmula 1 desde que Schumacher ingresó en él.
REUTERS

Ha pasado ya un mes desde que Michael Schumacher sufriera un accidente mientras esquiaba en la estación de Méribel. Padeció un traumatismo craneoencefálico grave y desde entonces está en coma inducido. Hablamos con el doctor Roberto Belvís, coordinador del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Quirón Dexeus de Barcelona. Una opinión valiosa y cauta.

—Empecemos por el final, la decisión de reducir la sedación para sacar a Michael del coma inducido. ¿Qué significa?

—Es una buena noticia, pero no quiere decir que vaya a despertar, porque igual está en coma de forma natural. Es difícil hablar, hay que ser cautos, porque no ha trascendido qué lesiones cerebrales sufrió. A la hora del despertar es básico saber si el paciente estuvo en parada cardíaca o no en el momento agudo del traumatismo, y cuánto tiempo estuvo antes de recibir reanimación.

—¿Qué proceso ha seguido?

—Lo primero fue inducir el coma farmacológicamente. Al paciente se le debe intubar porque, si es un traumatismo craneoencefálico grave, tendrá problemas para respirar, si no hay una parada respiratoria y cardíaca en el mismo momento. La sedación se quita poco a poco, es un proceso desesperante para la familia. A medida que se reduce, aparecen signos que te informan. Recuperó el reflejo del parpadeo. Es un reflejo del tronco del encéfalo y si el tronco está íntegro quiere decir que el paciente probablemente respirará y su corazón latirá de forma espontánea, no habrá que mantenerlo con máquinas.

—¿No es especialmente grave que el coma inducido se alargue más de dos semanas?

—Con el paciente sedado, ¿cuándo sabemos si se puede? Pues cuando vemos la evolución de las lesiones en el TAC o en la resonancia. Habitualmente se intenta hacer antes de dos semanas, si no se pudo es que las lesiones deben ser de una magnitud importante.

—La lógica diría que cuanto más tiempo pase, disminuyen las posibilidades de una recuperación completa. ¿Es así?

—Aún estamos en una fase en que puede haber una recuperación excelente. Durante la retirada de la sedación surgen esos reflejos. Si le pones una gasa en la córnea y parpadea, es el reflejo del parpadeo. El nauseoso consiste en meter un palo en la faringe; si el paciente tiene ese reflejo significa que el tronco del encéfalo está íntegro. Si la sonda se le mete hacia la tráquea, se produce el reflejo tusígeno. Son buenos signos, pero no garantizan nada. Y además puede haber lesiones cerebrales. Ahora lo importante es que despierte.

—La edad, 45 años, y el ser un deportista, ¿ayudan incluso en este reto tan grave?

—Claro que ayuda. Una persona joven, con una constitución de deportista y si además suponemos que estaba sano, me refiero a que no sufría ningún tipo de enfermedad, de la coagulación o ninguna leucemia, por ejemplo, todo esto ayuda. Una persona mayor igual no lo habría aguantado.

—Tras retirar la sedación, ¿cuál es el siguiente paso?

—Se le harán pruebas como el electroencefalograma o los potenciales evocados, que nos dicen cómo está el cerebro desde el punto de vista neuronal. Si el electroencefalograma es plano al quitar la sedación, es que esta persona se puede quedar en estado vegetativo para siempre. Es un proceso muy laborioso que requiere tiempo.

—¿Cuánto?

—Hablamos de un proceso largo, pero de unos tres meses como máximo. El estado de coma, una vez que se ha retirado la sedación, no es perpetuo. Pasa entonces a un estado vegetativo, que significa que el paciente no se comunica, pero sigue respirando espontáneamente sin respirador, duerme por la noche, está con los ojos abiertos durante el día, pero no hay forma de comunicarse ni él contigo ni tú con él. Es decir, el cerebro ha quedado desconectado. En un estado de coma, o empieza a despertar o a los dos o tres meses comienza a pasar a un estado vegetativo. Me refiero a partir del momento en que se retira la sedación. Al mismo tiempo se le tiene que quitar el respirador, el weaning, popularmente entre los médicos destete, se va apagando poco a poco a ver si el paciente respira de forma autónoma. Es decir, que en el proceso del despertar, Schumacher estaría ahora en una primera fase, la de retirar paulatinamente la sedación. A continuación se ve qué signos neurológicos hay y cuando el paciente tiene un mínimo nivel de consciencia, se empieza a parar el respirador muy poco a poco. Y se intentan establecer sistemas de comunicación con el paciente.

—¿Como cuáles?

—Por ejemplo, si creemos que está consciente, se le dice que diga sí con un parpadeo y no con dos parpadeos. O que mueva un dedo, si puede. Sistemas de comunicación de lo más elementales.

—La familia debe armarse de paciencia...

—Cuando he visto las informaciones del parpadeo como si fuera un gran éxito, me ha molestado. El parpadeo significa que vamos bien, nada más. Hay que ir con mucha calma.

—¿Algún mensaje que anime?

—El hecho de este reflejo, que sea una persona joven y atleta, ayudan. Pero aquí lo importante es la magnitud de las lesiones y el lugar del cerebro en el que estaban, eso sí que da mucha información. Han ido demasiado lento, por lo que yo imagino que la magnitud es grande. Hay que pensar que una retirada de sedación se intenta realizar en 48 o 72 horas cuando es un traumatismo en grado grave. Si se ha tardado un mes parece indicar que es una lesión muy grave.

—Es decir, que difícilmente conoceremos al mismo Michael Schumacher...

—Difícilmente lo veremos, el mismo de antes es difícil. Como para poder caminar o mantener una conversación, quizá, pero para tener agilidad y para otras actividades, no creo. Existe la posibilidad de que no vuelva a ser el mismo, ojalá me equivoque. Luego hay otro problema, que estar en una UCI comporta un riesgo por las infecciones. Es un proceso lento. Dicen algunos medios que los médicos ‘van a estimular el despertar’. No podemos provocar o estimular nada, lo que sí podemos permitir poco a poco es que el paciente se despierte.

—¿Un mensaje optimista?

—No sé... Eso sí, de pesimismo, no, hay que mantener el ánimo. El pronóstico de vida parece que de entrada no corre peligro; el pronóstico desde el punto de vista del despertar es lo que se dice pronóstico reservado, incierto; y el pronóstico de recuperación funcional a largo plazo completa, pues por lo que se intuye va a ser difícil. Pero repito, con la cautela máxima de saber lo que sabemos y de que no tenemos informes médicos. Como le digo, los tiempos hacen presagiar que las lesiones eran muy graves y que realmente va a costar que despierte. Pero no está todo dicho, ni mucho menos.