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Dakar 2014

Carlos Sainz: "Con este buggy espero plantar batalla a Mini"

El piloto madrileño vuelve a afrontar el raid sudamericano al volante de un buggy, pero el del equipo francés SMG le ofrece más garantías que el que utilizó en 2013.

Actualizado a
Carlos Sainz afronta el Dakar con ilusión.
RED BULL

—Llegó el Dakar. ¿Carlos Sainz está donde esperaba?

—Sí, estoy donde quería estar, con el coche probado dentro de lo que cabe. Un coche mejor que el del año pasado y con el que espero plantar batalla al equipo Mini, que son los favoritos, aunque hay que tener en cuenta que estamos luchando un equipo privado contra un equipo oficial.

—En 2013 este coche dejó muy buenas sensaciones, con Chabot séptimo. Queda ahora saber cuánto ha evolucionado ese buggy y cuánto de extra le puede dar Sainz.

—Pensamos que el coche va mejor que el del año pasado. ¿Cuánto mejor? Es muy difícil de valorar. ¿Dónde estaremos? También muy difícil de decir. Una cosa que la gente tiene que tener en cuenta es que las posibilidades de victoria en una etapa con el buggy depende mucho del tipo de terreno. Hay etapas, como la primera, por ejemplo, que son caminos, en los que con un buggy es imposible ganar. Así que hay que tener paciencia, cabeza, sangre fría para tratar de apretar esos días, perder lo menos imposible y aprovechar los que favorecen más a los buggies.

—¿Cuántos test hicieron?

—Hemos estado aproximadamente tres semanas. El objetivo en la primera semana era trabajar en la puesta a punto y adaptar el coche a mi gusto, tratar de llevarlo al límite para ver lo que se rompía; y el objetivo de la segunda sesión era buscar la solución a eso que se rompía.

—Retomemos lo de las etapas que favorecen al buggy y las que le perjudican. Simplificando, diríamos que el fuera de pista le va bien y los tramos tipo rally le van mal. ¿Es así?

—Sí, es totalmente así, el dos ruedas motrices es imposible que gane en esos caminos. De lo que se trata es de estar lo más cerca posible esos días.

—Viendo el mapa, no sé qué es lo que más le gusta y lo que más inquietud le suscita.

—Viendo el mapa es muy difícil saber lo que te vas encontrar, hay que estar allí, lo que sí sabemos son los kilometrajes; la gran diferencia respecto a otros rallys en Sudamérica es que el kilometraje por día se ha incrementado de manera importante. Será un Dakar muy duro.

—No sé si a los organizadores les quedó la impresión en las dos últimas ediciones de idear un Dakar algo ‘light’ y han pisado el acelerador en cuanto a dureza...

—Es posible. El problema es que a ellos les es muy difícil calcular la dureza de una carrera. Tratan de llevar, tanto a las máquinas como a los pilotos, al límite. Y no es fácil acertar, a veces se pasan y a veces se quedan cortos, pero ellos lo que intentan es que el rally sea un rally extremo cien por cien.

—Por si el equipo X-Raid tenía poco arsenal, a última hora se unió Al-Attiyah. Pasa de compañero a rival. ¿La razón de su ruptura es que usted quería hacer más test con el buggy y eso no era posible?

—-Yo a mitad de año vi que no estábamos haciendo ninguna prueba, que el coche estaba como acabamos el Dakar, y decidí apostar por otro camino. Creo que el tiempo me ha dado la razón, ya que él, a pesar de decir lo que dijo, dos días antes decidió dejar los coches en un garaje y correr con el Mini.

—¿El Mini es batible en una prueba de dos semanas?

—Es el coche favorito, ha ganado las dos últimas ediciones, el coche más completo y hace muchos años que no gana un buggy. En los últimos años siempre ha ganado un prototipo y en este caso el Mini sabe lo que es ganar, el equipo tiene mucha experiencia y el coche está más que probado. Y el hecho de que Nasser se haya unido al equipo, pues les da todavía más fuerza.

—Si buscamos algún ‘tapado’... ¿Giniel de Villiers?

—Sin duda, De Villiers y Toyota. Giniel me ha dicho que el coche lo ha mejorado y habrá que contar con él.

—En Sudamérica, que sepamos, no hay leones, pero asoma el de Peugeot para 2015. ¿Han hablado con usted?

—No, he leído algunas cosas y sabemos que Peugeot tiene intención de entrar, pero nada más.

—¿Pero ha habido contacto?

—No, ha habido algún acercamiento, pero nada importante.

—Pero usted está vinculado a Volkswagen, ¿es ése un obstáculo insalvable?

—Es que no me he planteado ahora ese tipo de cosas, lo único que me planteo es acabar la carrera lo mejor posible y luego ya veré si hay un Dakar 2015, de qué forma, cómo y dónde.

—En 2012 renunció al Dakar, quería pasar la Navidad en familia. Pero ha vuelto. ¿Pensó que el Dakar le iba a enganchar de esta manera?

—Está claro que me gusta, si no no lo disputaba. El Dakar es como es y cuando es, te gusta con todas sus consecuencias. En cualquier caso, el hecho de que ahora puedas pasar en casa Nochebuena y Fin de Año dulcifica algo el reto.