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EL DEBATE DEL GP DE EUROPA

"La F-1 en Valencia fue un capricho de 300 millones"

EU califica de esta manera lo que para ellos es un "escándalo de Camps", por otra parte están los defensores del gran premio que recuerdan el retorno económico para la ciudad

MadridActualizado a
El último gran premio celebrado en Valencia en 2012.
Tom GandolfiniAFP

El último recuerdo de los aficionados a la Fórmula 1 en Valencia es ver a Fernando Alonso lograr una de las mejores victorias de su vida. Pero ahí estamos hablando de deporte. El resto es otra cosa. Y es ahí, en la organización del GP de Europa que fue en Valencia desde 2008 a 2012. Ya el pasado año no hubo carrera, a pesar de tener contrato en vigor. Y tampoco el próximo, incluso aunque se intentase la alternancia con Barcelona para celebrar el GP de Europa. Ahora donde antes corrían los bólidos hay un circuito abandonado. Ya ayer se hicieron públicas las cantidades que se pagaron de canon por el gran premio: 26 millones de dólares en 2008 (19,15 millones de euros), con un aumento del 10 por ciento por año. Con respecto al cambio actual fueron 21 millones en 2009, 23,1 en 2010, 25,4 en 2011 y 27,9 millones de euros en 2012.

Ahora se va más allá. Al menos por parte de Esquerra Unida, partido de la oposición al Partido Popular en la Comunidad Valenciana que ha calificado de “capricho de Camps” la apuesta por la F-1 en Valencia.

De esa manera, en rueda de prensa, el portavoz adjunto de EU en Les Corts, Ignacio Blanco, junto al diputado Lluís Torró, Blanco ha explicado el montaje de lo que ellos califican como escándalo. “Se montó una arquitectura triangular para hacer un gran negocio privado con dinero público, en el que la Generalitat siempre pagaba, Ecclestone siempre cobraba y en medio estaba Valmor como empresa pantalla. Desde antes del segundo gran premio, toda la Fórmula 1 la pagaba la Generalitar. El coste total de lo que no iba a costar un duro a la Generalitat han sido 300 millones: cien de canon, cien de construcción del circuito y otros cien de gastos asociados, algo que supone un escándalo de dimensiones colosales”, explicaron.

Los parlamentarios autonómicos han mostrado estos contratos y, según ha explicado Torró, el primero, suscrito en marzo de 2008, “meses antes de la celebración del gran premio con Motor Circuit, establecía que la empresa pública se encargaba de la organización y Valmor del canon. Posteriormente, en julio de 2009, también días antes de la cita automovilística, Valmor y la empresa pública Sociedad de Proyectos Temáticos acordaron ser copromotores del gran premio, por lo que esta última se encargaba del canon y la primera de la organización, que ya realizaba a través de Motor Circuit. Ya en 2012, el 7 de marzo, se produce el contrato por el cual Motor Circuit adquiere Valmor por 1 euro y se subroga a sus obligaciones y en abril, Valmor resuelve su contrato como copromotor con Sociedad de Proyectos Temáticos”. De esta manera Torró concluye que “la Generalitat obligó a crear una empresa pantalla, supuestamente para vender a la sociedad que había un interés empresarial en la celebración de un gran premio de Fórmula 1 y que a la Generalitat no le iba a costar nada. Fue un capricho de Camps, que obligó a los empresarios a crear una empresa que no arriesgaba nada porque todo lo pagaba la Generalitat”.

Según Blanco, le falta tener en su poder el contrato de compraventa de Valmor que "pone punto final a esta gran operación de fraude a los valencianos que es cuando deciden en 2012, después de haber hecho recortes en sanidad, educación y función pública, comprar por un euro una empresa que tiene una deuda de 40 millones". Ahora lo que falta es que “que se devuelva el dinero y que la gente vaya a la cárcel”.

Esa es la opinión de esa partido y por otra parte están los defensores de esa apuesta. Y es que cabe recordar que, además de la evidente mejora de la imagen de la ciudad y del posicionamiento de marca respecto a Valencia, existe un retorno cuantificable en 90 millones de euros de media, según fuentes de la FOM, por retorno para la ciudad. El debate existe.