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RAIDS

El Dakar 2014 de Albert Llovera arrancó en una gasolinera

Mientras repostaba en México conoció a Al-Attiyah, que presta apoyo al piloto discapacitado para correr con un buggy. Su reto: "Acabar el Dakar".

MadridActualizado a
Llovera, ilusionado con el Dakar.

Hay proyectos que no salen adelante y otros que nacen en una gasolinera. Como este. Fue en México y allí se conocieron Albert Llovera y Nasser Al-Attiyah, que en un mes y medio sudarán la gota gorda en el Dakar. “Yo estaba echando gasoil. Pasé al bar, comí algo con Borja (Rozada) y fui a la caja a pagar. Entonces llegó Nasser y me dijo: ‘¿Tú eres Llovera, Lluvera...?’ Lo dijo como pudo. Me comentó que tenía muchas ganas de ver mi coche y se interesó por mis proyectos. Desde entonces me ha seguido y ha sido muy amable conmigo”, cuenta Llovera, el primer piloto de rallys en competir con una discapacidad (en 1985, mientras competía en la Copa de Europa de esquí, sufrió un grave accidente que le provocó una lesión medular y lo dejó en una silla de ruedas).

Ese guadiana con Al-Attiyah (que correrá con Lucas Cruz en otro buggy y da respaldo económico al proyecto, vestido con los colores de Qatar) surgió de nuevo en 2012. “Nos vimos en los Juegos de Londres. Él participaba en tiro y un día me llama y me dice: ‘Tengo una chica rubia aquí que me dice que es tu hija’. Era cierto, mi hija competía en atletismo, con 16 años. Hablamos de un proyecto en el Dakar que no salió; pero este año es realidad”, dice Albert, que no disimula su alegría. Él se suma a la moda dakariana: pilotará un buggy, del equipo francés MD, con motor V8 de 6 litros. “No lo he probado aún. Estuve en Marruecos, pero de copiloto”, relata el andorrano, que califica el coche de “muy divertido”. Eso sí, su carrera es contrarreloj. Compite el fin de semana en Almería en el Nacional de Tierra. Nada más acabar, viaja en coche hasta Normandía. Toca desembarco: “Allí lo probaré dos días antes de que embarque para Sudamérica. Hemos adaptado al buggy los mandos de conducción como los que llevo en el Abarth S2000. Ahora hay que ajustar el asiento. Tengo ganas de estar ya en Argentina”. ¿Retos? “Acabar el Dakar, está claro”, dice Albert. Ilusionado.