Pol Espargaró se proclama campéon del mundo de Moto2
Tras la caída de Scott Redding que fue evacuado del circuito de Motegi en ambulancia, el piloto español logra el triunfo y el campeonato de Moto2.


Con una victoria inapelable, con control de la situación y serenidad, Pol Espargaró se acaba de proclamar campeón del mundo de Moto2, tras imponerse en el Gran Premio de Japón. La carrera no ha estado exenta de emociones debido a un accidente múltiple en la primera curva que obligó a suspender la carrera. Kallio abría carrera con Simeón y Espargaró a rueda, cuando se produjo la caída de Rabat tras la primera curva, dando lugar a varios choques. Mariñelarena se salió de pista y Redding chocó contra Rabat y su moto, cayendo violentamente, y también se fue al suelo Aegerter. Afortunadamente, ninguno sufre lesiones de gravedad, y Aegerter fue el único que puso volver a salir en la reanudación.
CLASIFICACIÓN CARRERA
MUNDIAL
La carrera se redujo a 15 vueltas y en la segunda salida Kallio volvió a tomar la delantera, con Espargaró a su rueda, pero antes de la primera vuelta Espargaró ya lideraba. A partir de ese momento impuso un fuerte ritmo al que Kallio no pudo responder, consiguiendo un cómodo margen en torno a los dos segundos que le permitió manejar la carrera con tranquilidad, hasta completar las quince vueltas y conseguir su sexta victoria de la temporada, que le convertía en el nuevo campeón del mundo de Moto2, el 15º piloto español que gana un Mundial. Algo increíble cuando a falta de seis carreras para el final del campeonato estaba a 38 puntos del entonces líder Scott Redding.
Kallio consiguió mantener el segundo puesto, por delante de Thomas Luthi. La cuarta posición fue para Simeon, que en las últimas vueltas sufrió el acoso de Julito Simón, que fue quinto. Gran remontada también de Nico Terol, que saliendo desde posiciones muy retrasadas remontó hasta la sexta. Jordi Torres también estaba en esa zona pero se cayó a seis vueltas del final. Axel Pons fue 13º, peleando en un correoso grupo. Ricky Cardús fue 17º, a pesar de sufrir una caída.