Marc Márquez mete miedo a sus rivales machacando otro récord

A Marc Márquez ya no le basta con hacer la pole. La de Misano fue la sexta de la temporada y, por si eso no fuera suficiente, la firmó dejando a sus compañeros de primera fila, Lorenzo y Rossi, a medio segundo. Eso es una barbaridad en un trazado tan pequeño (4.226 metros), y tan Yamaha, como es el Marco Simoncelli. Pero como eso tampoco es cota suficiente para el Pequeño Genio, su mágica vuelta en 1:32.915 le llevó a machacar el récord de Stoner que databa de 2011, aún en la frontera del 1:33.

La frase que mejor refleja el rendimiento de este novato para el que no hay techo conocido la dijo él mismo en rueda de prensa: "Tal vez el 'grip' no sea el mejor, pero trato de encontrarlo y eso no es un gran problema". Y lo que más asombra es su manera de gestionar cada desafío. Livio Suppo, team principal del Repsol Honda, dio en el clavo al valorar la tranquilidad que mostró tras sufrir una caída buscando límites en el FP4, llegando a la curva 14. Regresó al box y actuó como si nada hubiera pasado. Lo único diferente fue que su jefe de mecánicos, Santi Hernández, hacía esta vez un fino trabajo de sastrería para reparar con cinta americana el antebrazo derecho de su mono. No quería cambiarse de indumentaria y pretendía regresar lo antes posible a la pista. Consiguió ambas cosas, y pasó lo que pasó.

Los oficiales Yamaha saben que una cosa es una vuelta rápida y otra el ritmo de carrera. Ahí las diferencias son menos aparatosas y, además, confían en que el cambio seamless les ayude más en larga distancia y les permita llegar con el neumático trasero menos castigado al final. Puede ser una carrera más emocionante de lo que dice la parrilla y también más abierta para Dani Pedrosa de lo que dice su cuarto puesto, en la segunda fila.