Marc Márquez consigue el triunfo más joven de la historia

Compareció a la parrilla de MotoGP en Texas con sólo 20 años y 63 días, pero Marc Márquez corrió con la determinación, frialdad y experiencia de un zorro viejo. Comenzó a demostrar la superioridad y confianza en sí mismo antes de empezar la carrera, al ser el único en apostar por el Bridgestone trasero duro, para que llegara más fresco a las últimas vueltas. Fue una jugada maestra, porque él puso al principio lo que le podía faltar a su rueda frente a las blandas de sus rivales y en el tramo final rompió la carrera para cruzar la meta con segundo y medio de ventaja sobre Pedrosa.

Su compañero Dani era hasta ayer el piloto más joven de la historia capaz de ganar al menos un gran premio en las tres categorías, pero ahora ese privilegio corresponde al Pequeño Genio, que se lo arrebata por 162 días. Y no es el único récord de precocidad que supone su victoria texana, porque ya es por derecho propio el ganador más joven de una prueba de la clase reina. Ese honor correspondía hasta ayer a Freddie Spencer, cuando venció en el Jarama en 1982. Ahora, la nueva cifra queda fijada en 153 días menos. Casi nada y, más importante todavía, no sería de extrañar que le arrebatase también el de campeón más joven de la historia. Fast Freddie lo tiene fijado en 21 años, 8 meses y 12 días, así que el piloto de Cervera tiene esta temporada para lograrlo y la siguiente, aunque necesitaría rematar ese título antes de la última cita del año próximo, en Valencia.

Pero eso es motociclismo ficción y lo que es muy real es que Márquez ha ganado su primera carrera de MotoGP al segundo intento, superando las machadas que en su día hicieron Pedrosa (necesitó cuatro, en China 2006) y Jorge Lorenzo (lo hizo a la tercera, en Portugal 2008). Ellos dos fueron los que le acompañaron en el podio y sólo su compañero en Honda osó plantarle algo de cara. El de Yamaha daba por bueno antes de empezar el tercero y lo obtuvo con absoluta solvencia, lo que supuso su podio centenario. Dani, en cambio, quería ganar y lo tuvo al alcance de la mano durante muchas vueltas, pero en realidad fueron sólo las que Marc quiso...

Después de rodar cómodamente a su rueda, el pupilo de Emilio Alzamora le dio a su rival un hachazo inconmensurable, con un interior de izquierdas. A partir de ahí tiró con firmeza y Pedrosa aguantó varias vueltas, pero a tres del final se equivocó, porque le llevaban con el gancho en el cuello y tuvo que conformarse con un segundo puesto que le da algo de aire tras el fiasco de la carrera inicial en Qatar, pero aún no lo suficiente.

Al que le sobra aire es a Márquez, que de paso con la victoria se pone colíder de la general, empatado con Lorenzo a 41 puntos después de dos carreras. El mallorquín señaló en vísperas de viajar a Estados Unidos que parecía más claro el orden de jerarquías en el box oficial Yamaha que en el de Honda y en Austin, Rossi le dio la razón. Al italiano se le atravesó este circuito desde el primer día que lo pisó y acabó sexto, por detrás también de Crutchlow y Bradl, y a unos nada gratificantes 16 segundos del ganador y trece de su compañero de box. Aunque al acabar la carrera comprobó que uno de sus discos de freno delanteros tenía una fisura.

La próxima cita será en Jerez, el GP de España, y tras ver en esta pista ocho podios españoles de los nueve posibles, algo inédito, es de imaginar que estará a reventar.