Una evolución revolucionaria

Escapes Coanda y parte trasera. Estamos ante el gran cambio, ya que están integrados en el monoplaza y mucho más perfilados, más aerodinámicos, similares a los que ya puso en marcha McLaren en 2012. Son los famosos Coanda, que llevan el aire hacia el difusor, la parte trasera del coche. El difusor ayer aparecía tapado totalmente, en lo que puede ser otra de las claves del coche. El efecto Coanda, que lleva el nombre de su inventor, el rumano Henri Coanda, hace que los fluidos sean atraídos por una superficie cercana y aprovechando el flujo de aire que recorre los monoplazas se logra dirigir los gases de escape al hueco entre las ruedas traseras y el difusor, aunque es el flujo de aire que recorre el coche el que más efecto tiene para desviar los gases, no sólo los escapes.

Pontones más estrechos. No son tan espectaculares como los del McLaren o los que se esperan del Red Bull, en este caso la línea es de continuidad, pero más estrechos. El alerón delantero también es parecido, pero más trabajado y con algunos flaps nuevos curvos. Del alerón trasero resulta curioso el endplate dividido en tres partes de forma vertical con varias branquias envolviendo un doble DRS. La zona de la caja de cambios también aparece más estrecha.

Sin morro escalonado. A simple vista, la mayor diferencia, la desaparición del morro de pato o escalonado que daba un aspecto tan feo al coche anterior. El morro es más largo y más alto y el hueco que ha tenido que cubrirse con el panel que ahora permite la FIA mucho menor para evitar ese escalón. De esta manera el coche también puede ganar en carga aerodinámica.

Suspensión delantera mejorada. Tal y como se esperaba también la famosa suspensión pull-rod, que este año ha copiado McLaren en su nuevo monoplaza, trae mejoras para mejorar la capacidad aerodinámica. Y es que la suspensión ha cambiado su geometría con cambio en la posición de la barra. Puede ser aún más eficiente.